La censura de Pedro Molina

Jorge Lirola Delgado

Profesor Titular de la Universidad de Almería

Lamentablemente, he de denunciar que, por primera vez en mi larga trayectoria en la UAL, más de 20 años, no me han autorizado a utilizar la sala de grados de la Facultad de Humanidades que había solicitado para una charla-coloquio, seguramente porque el tema era "Corrupción en la Universidad", en el que íbamos a tratar, entre otros asuntos, lo que considero una clara prevaricación de Pedro Molina, actual rector de la Universidad.

La charla-coloquio estaba programada para ser celebrada el jueves pasado a las 12 horas. Había pedido la correspondiente reserva de espacio, pero, a diferencia de lo ocurrido en otras ocasiones, me pusieron problemas y me explicaron que debía autorizarla, personalmente, Isabel María Román Sánchez, Vicerrectora de Infraestructura. Ésta me pidió que le indicara dentro de qué programación estaba prevista, y que la petición debía ser suscrita por el órgano que programe dicha actividad.

En escrito que le presenté ayer le indiqué que era una actividad cultural programada por el Grupo de Investigación "Andalucía y sus relaciones con el Magreb", del que soy responsable. A dicho grupo y los proyectos de investigación que desarrollamos les afecta la corrupción que se produce.

Inexplicablemente, la autorización se ha demorado y, en conversación con el Jefe del Servicio de Contratación, Patrimonio y Servicios Comunes, Siricio Ramírez Martínez, quien había de dar la orden de que me entregaran la llave del espacio, no ha querido hacerlo, al entender que no estaba autorizada la charla. Curiosamente, durante la conversación telefónica, 15 minutos antes de la actividad programada, le llegó mi solicitud, pero no la autorización de la Vicerrectora Isabel María Román, por lo que no podía autorizarla hasta recibir esa autorización, que no llegó a tiempo.

Me parece muy elocuente la actitud de Siricio Ramírez e Isabel María Román, de impedir, con decisiones burocráticas, que se celebrara la charla, a la que había invitado al Sr. Rector, D. Pedro Molina García. A la charla se ha presentado Antonio Cañadas, Inspector de Servicios, quien no ha querido aclarar si venía en representación del rector, en el desempeño de sus funciones de inspector o a título personal. De cualquier forma, al confirmarme que estaba en horario laboral, le he pedido a Antonio Cañadas que tomara nota de la corrupción que se está produciendo en la Universidad de Almería por acción o consentimiento de Pedro Molina, con objeto de que cumpla con sus funciones y mejoren ciertos servicios, entre ellos el suyo, en el que me consta que ha tapado diversas reclamaciones.

La charla hemos tenido que trasladarla al Seminario del Área de Estudios Árabes e Islámicos, donde hemos tratado de la corrupción impuesta por Pedro Molina y del miedo que sienten muchos miembros de la comunidad universitaria.

Me parece penoso que en la Universidad, un ámbito que debía estar abierto a todo tipo de debates constructivos sobre nuestra realidad circundante, las autoridades de la misma traten de coartar el legítimo derecho de reunión y de libertad de expresión por el mero hecho de que lo que se va a tratar no es del beneplácito de Pedro Molina.

Con la charla hemos querido dejarle claro a Pedro Molina que la Universidad no es suya y, por mucho que quiera reprimir la libertad de expresión, lo que consigue es que nos
indignemos más por su comportamiento, que no dudo de calificar de corrupto, cada vez con más fuerza. Es una auténtica vergüenza el comportamiento de Pedro Molina.

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