La encrucijada del PSOE

Pedro Manuel de la Cruz

Director de La Voz de Almería

El gran objetivo del PSOE en las elecciones del domingo es la Diputación. Es una empresa difícil; improbable por las dificultades que tendrá para mantener su nivel de votos en el distrito de la capital, por los riesgos que corre su victoria por dos a uno en el levante y por la previsible disminución de los votos del PAL en poniente y el aumento del PP. Es un objetivo difícil, una posibilidad alejada, pero una ambición posible. Es a esa posibilidad y a la búsqueda de posicionamiento para “el día después” a lo que hay que apuntar la estrategia de campaña diseñada por Asensio y Soler.

En las últimas semanas, salvo Zapatero (que más que sumar, resta), por la provincia han pasado los posibles sucesores -Chacón y Rubalcaba- y se ha producido una caravana de dirigentes regionales -con Griñán a la cabeza- que revela el interés de los socialistas por mantener aquellos niveles de votos que posibiliten su continuidad en la Diputación. La dificultad añadida -y no menor- de esta empresa la encontrarían los socialistas en la necesidad objetiva que tendrían de contar con el voto del presumible diputado provincial que el PAL va a conseguir en El Ejido. Ese es el problema. ¿Volvería el PSOE a pactar con quienes ya rompió tras la Operación Poniente? ¿Aportaría el PAL su voto al PSOE sólo por satisfacer su irreprimible deseo de que Amat no sea presidente? ¿Condicionará Enciso este apoyo a que los socialistas le den su respaldo para alcalde?

Todas las posibilidades están abiertas y en todas ellas el PSOE se enfrentaría a una situación de complejidad extrema. En un sentido o en otro se la juegan. Asensio y Soler pueden tener en qué entretenerse si el PSOE mantiene el tipo y no se produce el hundimiento. Claro que ese sería un entretenimiento que ninguno de sus enemigos del partido lo hubiese previsto -y menos deseado- cuando con el acaloramiento de agosto algunos pensaron que acabaría asfixiados en aquella tarde del comité de Mojácar en el que entraron muertos pero salieron vivos.
(La Voz de Almería)