Kayros
Periodista
Bien, ya está casi todo dicho. Acertaron las encuestas. Hemos oído las grandes palabras de estas ocasiones que suelen llamarse históricas. “El PP arrasa”; “el PSOE se hunde”: Las crónicas echaron mano de metáforas desusadas como tsunami, victoria aplastante. Cualquier cosa que digas ahora puede resultar sospechosa como si se la hubieras oído al portero de tu casa. Felicitemos al ganador y vayamos adelante. Y la cuestión que me asalta en este momento es conocer cómo gobernará el PP situado en el epicentro de la crisis económica.
Hasta ahora sabíamos de un PP de pleno empleo, con la construcción en marcha, sin amenaza de rescate y de alta deuda. En adelante la cosa se pone seria. Tendrá que apencar con la deuda de los Ayuntamientos y las comunidades autónomas. En resumen, tendrá que tomar medidas y hacer reformas: algo de lo que ha callado durante la campaña por miedo a equivocarse o quizá por la prisa incontenible de focalizar todo el mal de la crisis en la persona del presidente socialista. Para este partido todo el poder de decisión y al mismo tiempo toda la responsabilidad. En la alta euforia que suele seguir al triunfo electoral se han dicho cosas como que ahora comienza el futuro.
Bien están las frases delirantes pero ahora lo principal es mantener los avances sociales, darle empleo a cinco millones de parados, poner en marcha el país para no tener que parecernos en la desgracia a Grecia ni a Portugal, seguir con las reformas etcétera. Hay una ventaja de principio y es que el gran dinero es posible que se anime a invertir dada la confortabilidad del sistema. Ya Zapatero no podrá ser, en el contexto europeo, una rara avis. Pero aun así, queda la gran incógnita de si saldremos de la crisis tan rápidamente como proponían los predicadores del centro-derecha. En cualquier caso, como diría Cervantes, adelante, ánimo y a barajar.
(La Voz de Almería)
(La Voz de Almería)
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