www.emilioruiz.es
Electrodomésticos Miró ha anunciado su intención de presentar suspensión de pagos en los próximos días. Aunque la empresa manifiesta que ninguna de sus 150 tiendas va a cerrar, la experiencia nos dice que estas situaciones habitualmente acaban o con la liquidación de la sociedad o con una fuerte reorganización de sus tiendas y personal. En Almería Miró tiene dos tiendas.
Las razones por las que una empresa se ve abocada al concurso suelen ser múltiples. Por eso, lo que voy a contar hay que situarlo en el campo de la anécdota, y nada más.
Hace tres semanas estuve en la tienda de Miró de la calle Altamira. Le dije a la dependienta que necesitaba comprar los electrodomésticos de una cocina. Me preguntó si había visto algo y le dije que no, que no quería calentarme mucho la cabeza, que viéramos algo normalito y ya está. Fue imposible. Me sugirió que entrara en Internet y los eligiera. Y le repetí que no quería marearme con ese tema. Intenté que me hiciera un presupuesto. Nada. Le dije entonces que lo elaborara con tranquilidad y me lo enviara por e-mail. Tampoco. Propuse que anotara mi móvil. Pasó. Conseguí que apuntara mi número de fax. Lo hizo con desgana. Nunca me pidió mi nombre. A día de hoy nada ha recibido. Obviamente, los electrodomésticos ya están comprados. En otro lugar, claro.
Estos días sindicatos y patronal discuten si la subida de los salarios hay que relacionarla con el IPC o también habría que relacionarla con la productividad. Estoy seguro de que si a esa dependienta se le retribuyera según su rendimiento, su comportamiento sería distinto. Y si todos los trabajadores velaran por los intereses de su empresa como si fueran los suyos propios –porque lo son-, muchas empresas con dificultades a mejor superaban esa situación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario