Pedro Mena Enciso
Profesor de Historia
Desde que comenzó el nuevo siglo, se han venido sucediendo las propuestas para hacer de Almería una ciudad tranviaria y la Asociación de Amigos del Ferrocarril (ASAFAL) ha diseñado de manera impecable un proyecto de Tranvía para Almería con un estudio de viabilidad tanto técnica como financiera. Estas opciones fueron bien acogidas tanto por la Junta como por el Ayuntamiento de la capital, pero el tiempo pasa y da la sensación de que se están dando largas a una actuación imprescindible, posible y propia del sentido común, ya que supone convertir el espacio urbano en un entorno mucho más humano, silencioso, no contaminante, más ágil y sin problemas de tráfico.
Cuando comenzaba la actual legislatura municipal (2007-2011) daba la sensación de que se actuaba en serio, ya que la empresa Acciona enviaba al Ayuntamiento de Almería la propuesta para la realización del tranvía con un entramado de 8 kilómetros que unen el Parque de Las Almadrabillas con el Hospital de Torrecárdenas, y que tendría un coste de 70 millones de euros y un plazo de ejecución del proyecto que podría oscilar entre los 14 y los 24 meses. Su recorrido discurriría a través de la Rambla Federico García Lorca, por la avenida de Santa Isabel y carretera de Ronda para enlazar con el Complejo Hospitalario de Torrecárdenas.
Posteriormente, la Comisión Mixta Ayuntamiento-Consejería ha optado por un corredor Norte-Sur desde Torrecárdenas a la Estación del Ferrocarril (en dicha vía tiene su inicio el tramo dos que, a petición del Ayuntamiento capitalino, saldrá a la Rambla Federico García Lorca, continuará por la avenida de la Estación y llegará a la Intermodal , punto de inicio del tercer tramo hasta la Universidad de Almería (UAL), atravesando el barrio del Zapillo). Los tres tramos suponen un total de 10 km de largo.
Queridos lectores, la solución nos parece viable y es el momento de ponerse a trabajar sin más rodeos ni trámites burocráticos.
Pronto se va a iniciar una nueva legislatura y es el momento de que el Ayuntamiento de todos los almerienses se comprometa en firme con la diversas líneas tranviarias porque son muchos los beneficios de un transporte público que, al funcionar sin carburantes, supone un efecto ecológico inmediato que disminuye la contaminación, puede circular a través de calles peatonales y por carriles más estrechos que el autobús y de forma más recta y directa, además de que es menos ruidoso y, además de circular sin interrupción por su carril único, puede dejar libre el resto de carriles para el tráfico de vehículos. Incluso es ventajoso por el volumen de pasajeros que puede transportar (se estima una cifra cercana a los 20.000 pasajeros diarios) y la facilidad de acceso para los minusválidos.
El actual servicio público de autobuses, a pesar de haber modernizado su flota, no parece que esté dando una respuesta satisfactoria al ciudadano: es lento, irregular en sus frecuencias y caro. Las dos primeras deficiencias vienen dadas precisamente por compartir el espacio con el resto de los vehículos (¿de qué sirven los carriles-bus si no se respetan?), siendo la tercera la que disuade al posible usuario de su utilización y lo hace poco atractivo para los desplazamientos.
En esta situación y previniendo el futuro, se incardina el proyecto de tranvía o metro ligero de superficie para la ciudad de Almería, que reordene totalmente el transporte público, convirtiéndose en la columna vertebral del sistema y siendo complementado por la red de autobuses. Además está comprobado que una ciudad en donde están implantados los tranvías, sus ciudadanos sienten un orgullo especial por poseer un medio de transporte singular, eficiente y respetuoso con el medio ambiente, lo que se traduce en una mejor calidad de vida.
Está claro que supone una sensible mejoría del paisaje urbano porque se integra perfectamente en la ciudad, favorece la rehabilitación de espacios degradados y crea en la gente una sensación de permanencia.
Por otra parte, el gran crecimiento urbanístico de Almería y el turismo generan graves problemas de movilidad con los actuales problemas en el tráfico y la degradación de la vida cotidiana que se traducen en una mayor tensión entre las personas. Por eso, ante la inminencia de una nueva cita con las urnas, queremos saber: ¿Qué fue del Tranvía? ¿Cuándo comenzarán las obras y en qué momento del tiempo finalizarán? La respuesta clara y definitiva a estas preguntas es lo que realmente interesa a los ciudadanos porque Almería necesita el Tranvía.
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