Rubalcaba lleva razón

Javier Salvador

Creo que Rubalcaba, el chico más listo de la clase en la actual promoción de la escuela política de este país, ha sido el primero en verle las orejas al lobo que esconde el movimiento 15-M. Y vamos a definir esa revolución social como una amalgama de pequeños grupos anticorruptos en las listas electorales, contra el voto al PP, PSOE y CIU, de los que piden Democracia Real Ya y una larga lista que suma varias docenas de ideas que nacieron en las redes sociales como hecho anecdótico y divertidos, pero que ahora son carne y hueso y se sientan en la Puerta del Sol y en cualquier plaza o calle de España.

Sí, creo que Rubalcaba dio en la tecla, al entender que el PSOE necesita que la gente no se siente en las plazas, sino en las puertas de los colegios electorales y que esta situación les puede quitar votos no sólo a ellos, sino a toda la izquierda, porque la derecha apoyará ésta y cualquier otra movilización, pero ellos sí tienen asumido que tienen que ir a votar.

Pero los partidos tienen que entender que la gente de la calle está cansada. Que no se entiende que el PSOE falle en comunicación de una manera tan abrumadora, hasta el punto de mostrarse incapaz de hacer ver a la gente que las medidas que han tomado son las mismas que en el resto de países que hoy crecen por encima del 2% y que ello implica generar empleo. No ha sabido transmitir que se ha tardado más, pero que al mismo tiempo se han garantizado pequeñas aportaciones que han permitido que muchos salgan adelante, pero esta vez el café para todos no ha provocado una movilización social hacia el trabajo, sino hacia una relajación excesiva y ahora se pagan las consecuencias.

Tienen que entender que la gente de la calle pasa de un PP que es capaz de centrar su campaña en Bildu, cuando en Almócita, provincia de Almería, les importa un carajo lo que ocurra allí porque su problema es si tendrán agua, médico y otros servicios garantizados.

Pero en toda esta batalla hay un ganador. Al PP le interesaba un 11 algo, tiene ganas de desquitarse por el 11M y el 15M les viene igual de bien, pero yo no tiraría las campanas al vuelo, porque a día de hoy nadie sabe en qué va a terminar este movimiento que crece como la espuma y que puede hacer de estos cuatro días de campaña los más largo de la historia de la democracia.

Rubalcaba tenía razón en un cosa, en ese mensaje que lanzó con aquello de ¡Cuidado! Que no se haga el domingo de lo que se tengan que arrepentir el lunes.

1 comentario:

  1. Dile a Marcialito que hable de su padre y de la guardia civil.

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