Catarsis socialista en Almería

Emilio Ruiz

El Partido Socialista de Almería vive estos días una auténtica catarsis. Se esperaba con expectación la celebración, el sábado, del Comité Provincial, donde se preveía que algunos militantes iban a sacar a relucir los cuchillos más afilados, pero los acontecimientos se han precipitado de tal manera que  la cumbre ha quedado suspendida por dimisión del secretario general provincial.

La lectura de los resultados de las elecciones del 22 de mayo ha tenido dos lecturas diferentes. Mientras los dirigentes provinciales los han considerado como un daño colateral del deterioro de las políticas que el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero hace en Madrid, han sido muchos los afiliados socialistas que han visto en esos resultados un paso más en el deterioro del partido a nivel provincial, que pierde elección tras elección sin que medie dimisión alguna.

La rebelión de los "ex"

“La rebelión de los ex”: ese sería el título de la película que durante toda la semana ha puesto en pantalla un grupo de acreditados afiliados, unidos por el denominador común de que todos ellos han desempeñado cargos de relevancia en el partido o en el gobierno. José Antonio Amate, Luis López, Juan Manuel Llerena, Luis Caparrós, Francisco Contreras, Celso Ortiz… una lista amplia de militantes nos han ofrecido su particular visión de la realidad socialista en la provincia, llegando todos ellos a la conclusión de que la situación merecía la adopción de decisiones contundentes por parte, al menos, de los primeros espadas provinciales, Martín Soler y Diego Asensio. Salvo contadas excepciones, es preciso reconocer que el debate -realizado a través de las redes sociales y de medios digitales, como es el caso de http://www.laopiniondealmeria.com/, que se ha hecho eco de todas las aportaciones- se ha desarrollado dentro del estricto campo de la corrección. Particularmente interesante ha sido la reflexión realizada por Luis López, exdelegado de Igualdad, que se puede leer en este mismo medio. Un solo "pero" podrían objetar al debate los presuntos perjudicados: si era el momento de hacerlo o habría que haber esperado a la celebración del Comité Provincial de hoy. Está claro que si el fin último era conseguir lo conseguido, la oportunidad era adecuada.

Diego Asensio anuncia su dimisión
 Diego Asensio y Martín Soler, como cabezas visibles de la dirección del socialismo provincial, tenían abiertos varios frentes de lucha interna. Uno de ellos provenía de la propia dirección regional. El enfrentamiento con Griñán era un secreto a voces. Otro frente tenía su raízen la cada vez más extendida contestación local. La fortaleza que podían manifestar procedía de la legitimidad democrática de sus cargos.

Una jugada maestra

En estas elecciones, ambos se jugaban mucho. Un resultado airoso les hubiera fortalecido ante Sevilla y ante sus oponentes locales. Pero una derrota les debilitaría. Y es lo que ha pasado. La presentación de la dimisión de la mitad de la ejecutiva provincial ha sido una jugada maestra diseñada por Antonio Bonilla y Luis López para obligarles a hacer lo que voluntariamente no deseaban, si bien es cierto que, después, al presentar su dimisión, Asensio manifestaría que su decisión estaba tomada desde el jueves. Nunca se sabrá si fue así o simplemente se vio arrastrado por los acontecimientos.

La reacción de Asensio ha sido sorprendente. Hasta la primera edición del Telediario de TVE se ocupó de ello. Y no por la dimisión en sí, que era una de las vías abiertas, sino por la forma en la que lo ha hecho. Nunca se han oído acusaciones tan graves de un alto cargo del PSOE contra su propio secretario general regional. Asensio metió en un mismo cesto las responsabilidades de Griñán tanto en el partido como en la presidencia de la Junta de Andalucía, y las descalificó con gruesos calificativos. No se puede decir que el senador se haya dejado llevar por un incontrolado arrebato, pues sus palabras estaban medidas y escritas sobre folio con logotipo del partido.

A Diego Asensio le van a pedir muchas explicaciones. Y muchas explicaciones tendrá que dar. Excepto que la ya famosa puesta en escena haya sido para echar abajo el telón de su propia obra. Si es así, Asensio quiso morir matando y hasta es posible que lo haya conseguido. Los próximos días, las próximas semanas, van a ser apasionadamente intensas en el revuelto socialismo almeriense y andaluz. El deterioro de este partido -a este nivel y a otros- es tal que resulta irreconocible.

2 comentarios:

  1. Anónimo3/6/11 21:34

    Esto que ha hecho Diego Asensio en el PSOE auténtico era motivo de expulsión inmediata del partido. Ahora ni se sabe.

    ResponderEliminar
  2. Anónimo5/6/11 22:58

    Esperar al Comité Provincial hubiera impedido lo que ha pasado. La cúpula que, aunque no sabía la magnitud de la rebelión (pensaba que dimitirían sólo 8 ó 10) pensaba sustituir las bajas ya habidas, más las de unos cuantos que ya haabían manifestado su intención, con gente de su confianza, y así abortar la operación. Además, Emilio, tú sabes el nivel de debate y sus consecuencias que tienen los Comités.

    ResponderEliminar