Chapuza y chapuzón

José Fernández

Periodista

La delegación de Salud de la Junta de Andalucía señala en una amable nota de prensa que el futuro hospital materno-infantil que algún día será realidad en el entorno de Torrecárdenas tendrá dos piscinas. Pues mire usted qué bien. Nos llena de alegría y satisfacción, etcétera. Ahora bien, creo que lo relevante en este caso (a lo mejor estoy equivocado) es que este anuncio sobre las excelentes y maravillosas instalaciones del futuro centro sanitario llega, cuando menos, algo tarde. Tan fuera de tiempo que, en mi opinión, convierte en irrelevante, accesorio y hasta algo ridículo el detalle de las piletas en las que supongo que las madres podrán parir o darse algún chapuzón con sus bebés o algo así.

Y lo digo porque, ateniéndonos a lo que en su día nos dijeron los mismos que ahora hablan de esas piscinas, ese hospital debería estar ya en servicio, posibilitando a las madres almerienses esa atención y esos baños que ahora nos anuncian en clave de futuro. Una vez más chocamos con ese trastorno bipolar que caracteriza a la Junta de Andalucía cuando anuncia cosas que luego no hace.

Y es que ese hospital fue presentado (sin proyecto, pero con una bonita maqueta) hace ya unos cuantos años, anunciando los presentadores de la criatura (a la sazón, altos cargos del PSOE almeriense hoy en horas subterráneas) que la obra estaría en servicio en 2011, es decir, ahora mismo. Intentar disimular el evidente retraso con anuncios de futuras y fabulosas instalaciones no es más que una chapuza que a más de uno podría llevar a decir eso de “la madre que los parió”, eso sí, con piscina o sin ella.