Crisis en el PSOE

Juan Torrijos
Periodista

Si Diego Asensio hubiera puesto su cargo a disposición del partido la noche del 22 de mayo no le hubieran echado de mala manera sus compañeros la pasada semana. Lo venimos comentando desde hace algunos meses y el clan de Cuevas no lo ha querido reconocer: “Se acababa el ciclo de Martín y Cía y había que dar alas a un nuevo Psoe almeriense”. No han sido capaces de hacerlo, no querían dejar la ubre de la que vienen mamando desde hace años, y se han encontrado con la calle en las narices.

El Clan de Chaves, Zarrías, Pizarro y Martín, el que más daño le ha hecho a nuestra provincia en la historia, ha visto cómo se le levantan las bases. Lo lamentable es que ha tenido que darse cuenta Griñán de que se jugaba su futuro para dar el paso y apoyar una revuelta en Almería que se hacía necesaria desde hace muchos años en el seno del Psoe. Martín y Cía han llevado al Partido Socialista a su momento más bajo en nuestra provincia, pero ellos, erre que erre, no lo querían ver. Chaves y Cía han cerrado las puertas al desarrollo de nuestra provincia y ellos, erre que erre, no han querido verlo.

Pero no nos llamemos a engaño, tampoco lo han querido ver los que ahora están al frente de la revuelta y hasta ayer formaban parte de la ejecutiva de Marín-Asensio y Cía. La jugada de la dimisión para forzar una gestora no es nueva, forma parte de los estatutos. Lo que habría que pedirle en el futuro a los nuevos socialistas es que pongan por delante los intereses de Almería. Claro que lo mismo dentro de unos meses no hace falta, y pagarán los platos rotos por treinta años de gobierno en el que no han primado los intereses almerienses.
(La Voz de Almería)

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