Cultura de defensa

Rafael Leopoldo Aguilera Martínez

Los cuatro militares españoles y el intérprete civil heridos el sábado en el atentado contra un blindado en Afganistán llegaron a España para terminar su recuperación en el Hospital Gómez-Ulla de Madrid. Los dos soldados heridos de mayor gravedad -el teniente A. G. B. y la soldado J. G. L.- sufrieron ambos la amputación de una pierna, encontrándose con un cuadro estable dentro de la gravedad. Pues bueno,  sobre esta situación de los militares heridos nos hemos olvidado en los medios de comunicación y redes sociales, sin que el Ministerio de Defensa incluya en sus comunicaciones diarias estas situaciones tan dramáticas de nuestros queridos soldados.

Es una triste pena  ver cómo el Ministerio de Defensa trata a los militares españoles, los cuales podrían haber perdido la vida en aras a la seguridad y el orden  en la misión de guerra internacional, y por su entrega y valor por luchar contra la tiranía y el despotismo integrista en Afganistán. Ahora les concederán mediante publicación en un diario oficial (BOE),  que solo leen una ínfima parte de la ciudadanía,  una medallita de un color, que no expresa las verdaderas circunstancias bélicas de la zona del conflicto, y el día de la Fiesta Nacional el 12 de octubre, unos abrazos y besos con lágrimas de cocodrilo, y "hasta luego, Lucas”.

Sin embargo, hemos llenado nuestras páginas impresas y en imágenes de otras situaciones de personajillos de la farándula festiva diaria y supervivientes, que interesan más al gobierno para entretener a los ciudadanos y ciudadanos, en vez de dar información diaria para levantar el espíritu patriótico de nuestras FFAA que se encuentran en distintas misiones internacionales. Pensará el gobierno para nuestros valerosos y heroicos  soldados que “como la muerte no es el final”, qué más da seguir hablando de su estado de salud y de su situación familiar, como ejemplos de testimonio de las virtudes que acompañan nuestras actuaciones militares en las misiones encomendadas: compañerismo, amistad, unión y socorro, sufrimiento y dureza, acudir al fuego, disciplina, combate, la muerte y la Bandera.

Es una total desfachatez la falta de respeto y consideración para nuestros soldados y familiares, que tras un esfuerzo diario de actualización de conocimientos, entrenamiento y adiestramiento, no tengan el reconocimiento real y expreso de nuestro Ministerio de Defensa en el ámbito de la sociedad civil de impregnar la Cultura de la Defensa en un canto de honor y gloria a nuestras amadas Fuerzas Armadas.