Iván Gómez
Periodista
El Corte Inglés, Panasonic, BMW, Honda, Mazda, Citroen, Porsche, Audi, La Redoute, Toyota, Hugo Boss, ONCE, Multiópticas... un sinfín de los anuncios que a diario inundan la parrilla de televisión contiene imágenes de enclaves singulares de nuestra provincia. La industria publicitaria nacional y extranjera se rifa cada vez con más fuerza los paisajes volcánicos y marítimos del parque natural de Cabo de Gata-Níjar y los bad-lands característicos del desierto de Tabernas convirtiendo a una provincia que era tierra de cine, en escenario de anuncios y spot.
Cincuenta años después de la época dorada del séptimo arte, un esplendor vinculado a clásicos del cine como Cleopatra, Conan el Bárbaro, Lawrence de Arabia, Indiana Jones, El Cid, Patton o la trilogía del dólar del reconocido Sergio Leone, los enclaves de la provincia despiertan un mayor interés entre las productoras y agencias de publicidad que para la industria cinematográfica. Si el año pasado fueron 14 los spots publicitarios que se realizaron en los rincones del parque natural de Cabo de Gata-Níjar y también en el paisaje árido y desértico de Tabernas. Una cifra que no deja de crecer. En lo que va de año ya han sido casi una veintena de anuncios (19) que se irán multiplicando hasta que acaba el año, sobre todo en los meses del verano. En los últimos cinco años han sido más de 300 las solicitudes para rodar películas, cortos, documentales, anuncios, spot o videoclips en los principales enclaves naturales de la provincia que han llegado a la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Medio Ambiente.
El Ayuntamiento de Níjar viene facilitando al máximo el trabajo de las productoras y agencias que eligen el parque natural para sus filmaciones y tienen una oficina específica, la Film Office, que les ofrece asesoramiento sobre las infraestructuras del municipio, asistencia logística y apoyo en las localizaciones. En lo que va de año, según los datos facilitados por la Concejalía de Cultura de Níjar, han sido 41 las empresas que han visitado el municipio con el objetivo de realizar sus rodajes tanto en sus enclaves singulares como en las paradisiacas playas. De la cuarentena de proyectos, una decena se han alojado en el municipio y otros doce contrataron a vecinos para realizar trabajos de localización, de auxiliares durante el rodaje y como figurantes en las escenas grabadas. Una de las últimas filmaciones la ha llevado a cabo una productora alemana, VJS Agentur für Film, que se ha desplazado hasta el municipio para rodar un spot publicitario para una conocida multinacional de componentes de automoción. A escasos metros de la playa de los Genoveses, han grabado las imágenes de un deportivo de gran cilindrada, descapotable, en lo que era una simulación de una zona desértica de un país árabe. Meses antes del rodaje, acudió al municipio un técnico que realizó fotografías en diversos enclaves para elegir la mejor localización. Loli Rodríguez, asesora de VJS Agentur für Film y natural de Lanjarón, explica que el principal inconveniente a la hora de filmar en espacios protegidos siempre procede de los dueños en caso de ser propiedad privada. Agradece las facilidades que ha encontrado por parte de las administraciones públicas, pero también recuerda que en otras ciudades, como en Córdoba, se ponen traductores a disposición de las productoras y agencias. Al igual que el resto de empresas de la industria del cine y publicidad, tuvieron que dejar una fianza ante la Delegación de Medio Ambiente, en este caso un depósito de 600 euros. Los seis participantes en el spot publicitario se han alojado en un hotel de la capital para realizar filmaciones tanto en el parque natural como en un bar situado en las inmediaciones del núcleo urbano de Tabernas. A pesar de no estar contemplado en el guión del anuncio que se difundirá en la televisión alemana, no perdieron la ocasión de grabar a un rebaño de ovejas junto a su pastor en una parcela de San José.
Al ser dos tipos de grabaciones muy diferentes, el tirón de los spot publicitarios frente al rodaje de largometrajes o cortos supone una inversión menor, al igual que el número de personas necesario, pero en ambos casos una de las principales premisas es guardar el máximo silencio informativo. La confidencialidad es una pieza clave en la industria audiovisual que prefiere completar el rodaje en la más estricta intimidad, por demanda de los anunciantes en el caso de la publicidad y por la dura competencia en el sector del cine. Se trata de filmaciones en privado a las que tienen acceso sólo las empresas almerienses del sector que viven del maquillaje, peluquería, vestuarios, alquiler de vehículos, catering e incluso seguros. Beneficios directos para la provincia como tierra de cine a los que cada año se suman los de unos turistas, los mitómanos, que acuden en busca del legado de la historia del séptimo arte. Los escenarios naturales en los que se han rodado filmes como El bueno, el feo y el malo, La muerte tenía un precio o Por un puñado de dólares de Clint Eastwood son un reclamo para el turismo que no acaba de arrancar.
Y es que el cine, y en su defecto la publicidad, los documentales o los videoclips, deberían ser un motor para la economía local si se canalizara a nivel provincial la demanda de servicios. A pesar de haber iniciado su andadura en el año 2000, la Almería Film Office no ha sabido dar respuesta a las necesidades planteadas por las industrias del cine y publicitaria. En la provincia no hay empresas con recursos suficientes para afrontar grandes producciones, lo que ha obligado en reiteradas ocasiones a traer el material y personal desde otras provincias sin pasado cinematográfico.
Cincuenta años después de la época dorada del séptimo arte, un esplendor vinculado a clásicos del cine como Cleopatra, Conan el Bárbaro, Lawrence de Arabia, Indiana Jones, El Cid, Patton o la trilogía del dólar del reconocido Sergio Leone, los enclaves de la provincia despiertan un mayor interés entre las productoras y agencias de publicidad que para la industria cinematográfica. Si el año pasado fueron 14 los spots publicitarios que se realizaron en los rincones del parque natural de Cabo de Gata-Níjar y también en el paisaje árido y desértico de Tabernas. Una cifra que no deja de crecer. En lo que va de año ya han sido casi una veintena de anuncios (19) que se irán multiplicando hasta que acaba el año, sobre todo en los meses del verano. En los últimos cinco años han sido más de 300 las solicitudes para rodar películas, cortos, documentales, anuncios, spot o videoclips en los principales enclaves naturales de la provincia que han llegado a la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Medio Ambiente.
El Ayuntamiento de Níjar viene facilitando al máximo el trabajo de las productoras y agencias que eligen el parque natural para sus filmaciones y tienen una oficina específica, la Film Office, que les ofrece asesoramiento sobre las infraestructuras del municipio, asistencia logística y apoyo en las localizaciones. En lo que va de año, según los datos facilitados por la Concejalía de Cultura de Níjar, han sido 41 las empresas que han visitado el municipio con el objetivo de realizar sus rodajes tanto en sus enclaves singulares como en las paradisiacas playas. De la cuarentena de proyectos, una decena se han alojado en el municipio y otros doce contrataron a vecinos para realizar trabajos de localización, de auxiliares durante el rodaje y como figurantes en las escenas grabadas. Una de las últimas filmaciones la ha llevado a cabo una productora alemana, VJS Agentur für Film, que se ha desplazado hasta el municipio para rodar un spot publicitario para una conocida multinacional de componentes de automoción. A escasos metros de la playa de los Genoveses, han grabado las imágenes de un deportivo de gran cilindrada, descapotable, en lo que era una simulación de una zona desértica de un país árabe. Meses antes del rodaje, acudió al municipio un técnico que realizó fotografías en diversos enclaves para elegir la mejor localización. Loli Rodríguez, asesora de VJS Agentur für Film y natural de Lanjarón, explica que el principal inconveniente a la hora de filmar en espacios protegidos siempre procede de los dueños en caso de ser propiedad privada. Agradece las facilidades que ha encontrado por parte de las administraciones públicas, pero también recuerda que en otras ciudades, como en Córdoba, se ponen traductores a disposición de las productoras y agencias. Al igual que el resto de empresas de la industria del cine y publicidad, tuvieron que dejar una fianza ante la Delegación de Medio Ambiente, en este caso un depósito de 600 euros. Los seis participantes en el spot publicitario se han alojado en un hotel de la capital para realizar filmaciones tanto en el parque natural como en un bar situado en las inmediaciones del núcleo urbano de Tabernas. A pesar de no estar contemplado en el guión del anuncio que se difundirá en la televisión alemana, no perdieron la ocasión de grabar a un rebaño de ovejas junto a su pastor en una parcela de San José.
Al ser dos tipos de grabaciones muy diferentes, el tirón de los spot publicitarios frente al rodaje de largometrajes o cortos supone una inversión menor, al igual que el número de personas necesario, pero en ambos casos una de las principales premisas es guardar el máximo silencio informativo. La confidencialidad es una pieza clave en la industria audiovisual que prefiere completar el rodaje en la más estricta intimidad, por demanda de los anunciantes en el caso de la publicidad y por la dura competencia en el sector del cine. Se trata de filmaciones en privado a las que tienen acceso sólo las empresas almerienses del sector que viven del maquillaje, peluquería, vestuarios, alquiler de vehículos, catering e incluso seguros. Beneficios directos para la provincia como tierra de cine a los que cada año se suman los de unos turistas, los mitómanos, que acuden en busca del legado de la historia del séptimo arte. Los escenarios naturales en los que se han rodado filmes como El bueno, el feo y el malo, La muerte tenía un precio o Por un puñado de dólares de Clint Eastwood son un reclamo para el turismo que no acaba de arrancar.
Y es que el cine, y en su defecto la publicidad, los documentales o los videoclips, deberían ser un motor para la economía local si se canalizara a nivel provincial la demanda de servicios. A pesar de haber iniciado su andadura en el año 2000, la Almería Film Office no ha sabido dar respuesta a las necesidades planteadas por las industrias del cine y publicitaria. En la provincia no hay empresas con recursos suficientes para afrontar grandes producciones, lo que ha obligado en reiteradas ocasiones a traer el material y personal desde otras provincias sin pasado cinematográfico.
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