D. Cela
El Correo de Andalucía
La crisis del PSOE almeriense empujará al partido a un escenario complejo: o se mantiene la comisión gestora para que dirija a los socialistas en Almería hasta las autonómicas -algo que no tiene antecedentes- o se improvisa un congreso extraordinario para elegir a la nueva Ejecutiva provincial. Fuentes diversas de la dirección regional aseguraron ayer que la "opción más probable" es la celebración de un congreso extraordinario en el verano, pero que la decisión también pasará por Ferraz.
El objetivo es que la nueva Ejecutiva ya esté conformada en septiembre, antes de que el PSOE federal celebre la conferencia política donde el candidato Alfredo Pérez Rubalcaba presentará un nuevo proyecto político para las elecciones generales. Aunque enredarse en un congreso es una opción que "no deseaba nadie" en estos momentos, llegar a las autonómicas con el PSOE almeriense en manos de una gestora "no sería razonable" porque daría imagen de "debilidad al partido", coincidieron dichas fuentes. Los estatutos del PSOE rigen los tiempos para convocar y celebrar un congreso extraordinario, que podrían ajustarse al calendario respetando la hoja de ruta del federal. Sería un congreso sin ponencia programática, simplemente para elegir una nueva Ejecutiva provincial.
El riesgo de esta opción es que, según fuentes del PSOE almeriense, vuelven a concurrir tanto miembros del sector oficial -encabezado por el secretario provincial saliente, Diego Asensio, y el presidente del partido, Martín Soler- como del sector crítico, que cuenta con la simpatía del regional y que está liderado por el edil y excandidato a la alcaldía de Almería José Antonio Amate y por el exnúmero tres del partido y diputado en el Parlamento Juan Antonio Segura Vizcaíno.
La dimisión en bloque de más de la mitad de la dirección del PSOE almeriense (27 de 36), más la consecuente renuncia de Asensio y sus durísimas críticas al líder del PSOE-A y presidente de la Junta, José Antonio Griñán, han puesto en alerta al partido. Su presidenta, Rosa Torres, aseguró ayer que el que hasta hace dos días era líder de los socialistas almerienses en realidad no representaba a los militantes ni al partido. Asensio calificó a Griñán de "autoritario" y le acusó de "anteponer sus intereses" a los de Almería. Torres circunscribió esta crisis al PSOE almeriense, dijo que era "excepcional", fruto de "días propicios para que los nervios estén a flor de piel". Las críticas de Asensio a Griñán, dijo, "no representan al conjunto de la militancia o de los órganos rectores del partido, porque el resto de la organización se siente no representada". Torres insistió en que que Asensio se había equivocado porque habló como secretario provincial del PSOE para dar "opiniones personales".
También el presidente de la FAMP, Francisco Toscano, cerró filas con Griñán. "El presidente está confirmado en un congreso muy reciente. En Andalucía no se cuestiona quién es la persona que tiene que liderar el proyecto socialista en estos momentos", dijo. El número dos del PP-A, Antonio Sanz, afirmó ayer que "los socialistas no están "en condiciones de gobernar porque están dedicados exclusivamente a crisis internas y a primarias" mientras la Junta se "desangra". Sanz puso de ejemplo la dimisión del delegado de la Junta en la comarca de Gibraltar justo en la crisis del vertido en sus playas.
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