Políticos "indignados"

José María Ortega

Exdelegado de Cultura de la Junta de Andalucía

No cabe duda de que el movimiento de protesta del 15-M ha calado en toda la sociedad, incluyendo hasta en el léxico; pero en los casos que expongo a continuación ha llegado hasta el esperpento. Me refiero a las protestas ante la prensa de tres políticos almerienses que se sienten indignados por haber sido descabalgados de sus cargos públicos.

Luis Pérez Montoya, concejal socialista de Adra, que se ha autoproclamado públicamente "Indignado", porque ha tenido que abandonar el sillón de Vicepresidente de la Diputación ya que sus compañeros concejales no le han votado en su demarcación para volver a ser diputado. Ha montado en cólera y acuasado a la gestora provincial de sectaria, toldándola de "pastiche", sin imposición alguna, pues la elección la han realizado los propios concejales. Ha debido contagiarse del virus revolucionario en la Plaza del Educador, porque durante casi los 20 años que ha ocupado cargos públicos bien retribuídos, ha estado la mar de sumiso con los que lo han mantenido, entre ellos Soler y Asensio, precisamente la dirección provincial que más rechazo ha cosechado de la militancia en la historia del PSOE almeriense.

Días antes, su precursor y preceptor Diego Asensio despotricaba en rueda de prensa contra el Presidente de la Junta de Andalucía, al que acusaba sin fundamento alguno de desinterés por Almería y de haber ordenado su cese, cuando fueron sus propios compañeros de ejecutiva (más del 70 %) los que dimitieron para obligarle a cesar de Secretario Provincial por la nefasta gestión que, junto a Martín, ha venido realizando durante 14 años. Acostumbrados ambos a recibir y cumplir a rajatabla las órdenes de su padrino Pizarro, no entienden que la nueva Ejecutiva Regional se haya mantenido al mergen de este proceso, incluso trató de evitarlo. Es la inmensa mayoría de la militancia la que rechaza la forma irregular y abusiva (manipulación de censos y asambleas) con la que esta apareja ha dirigido el partido, como demuestra el descenso de militantes a la mitad y la pérdida progresiva de votantes desde que tomó el poder en 1997.

El otro caso de indignación injustificada es el de Luis Caparrós, exdelagado de Obras Públicas, también por su cese. Me ha extrañado, porque siempre he considerado a Luis un hombre sensato, con el que tengo amistad. No entiendo cómo un cargo de libre designación (léase "a dedo"), nombrado por un Consejero, puede protestar cuando otro, con igual potestad, lo cesa. Somos muchos, y me incluyo, los que hemos sido nombrados y después cesados como delegados de la Junta y éste es el primer caso, que yo sepa, en que el afectado monta una pataleta públicamente contra quienes lo cesan.

En definitiva, ya que los tres damnificados se han unido como grupo de oposición a la Gestora, a lo que tienen perfecto derecho (se ruomorea que tratan de aupar a Martín nada menos que a presidente de la Junta), siguiendo con su juego de "Indignados", pueden montar una acampada en la plaza de Los Derechos Humanos, frente a la sede del PSOE, con una pancarta que diga: "¡Exigimos Cargos Vitalicios!". Claro, que se necesitaría más de un estadio para albergar a los militantes y simpatizantes socialistas verdaderamente indignados por las declaraciones tan ofensivas como estúpidas hechas por los que, más que "indignados", merecen el calificativo de "indignos".

Ahora, en serio, es una ofensa para los "Indignados" del 15-M que protestan con verdaderos motivos la usurpación del término por unos políticos de tan cortos alcances.

Sí me complace comprobar que el optimismo que manifesté sobre la Gestora Provincial del PSOE se confirma con hechos. Uno, el éxito en la elección democrática de los diputados provinciales por los propios concejales de cada demarcación, sin imposición alguna. Otro, el consenso que se está generando en torno a la propuesta de José Luis Sánchez Teruel como candidato a la Secretaría Provincial. Y que no se haya ordenado la expulsión de los que han ofendido públicamente al Presidente de la Junta y a otros estamentos del partido, aunque son muchos los militantes que están pidiendo que se les incoe expediente.

Por mucho menos, el propio Diego y Martín, en su mandato, expulsaron de modo fulminante a otro Diego por hablar mal del segundo. Más talento y mejor talante democrático en la reciente Gestora.