Javier Aureliano García
Vicepresidente 1º de la Diputación Provincial de Almería
Con los ecos todavía recientes del emocionante acto de constitución, en el Patio de Luces, de la Diputación Provincial de Almería, me gustaría aprovechar esta ocasión para manifestar una vez más mi compromiso personal y político con una institución que tiene ante sí el reto de volver a asumir el protagonismo en la eficacia, en la transparencia y en el servicio a todos los almerienses. Como vicepresidente de la Diputación, quiero mostrar una vez más mi agradecimiento a su nuevo presidente, Gabriel Amat, por la responsabilidad que ha depositado en mi, así como mi convencimiento de que la nueva etapa de gobierno del Partido Popular que ahora comienza, supondrá para la Diputación el regreso a la senda de la seriedad y el prestigio alcanzados durante los ocho años de presidencia de Luis Rogelio Rodríguez Comendador. Para ello, el nuevo equipo de Gobierno cuenta con la extraordinaria capacidad de respuesta y gestión de los funcionarios y trabajadores de la Diputación, que son el principal patrimonio de esta institución y que desde ahora volverán a realizar sus tareas sin la presión fiscalizadora de cargos políticos dedicados a maniobrar y favorecer intereses partidistas. La prioridad de Diputación debe ser la prestación de servicios eficaces sin distinción de siglas a todos los pueblos de la provincia de Almería. El presidente Amat lo ha dicho en más de una ocasión: a partir de ahora se acabaron las diferencias de trato en función de los colores políticos. Todos los almerienses, vivan donde vivan, y voten lo que voten, encontrarán en la Diputación Provincial de Almería el apoyo, la ayuda y los servicios que en justicia les pertenecen. Ni más, ni menos.
Se ha acabado, por tanto, la utilización partidista de la Diputación en beneficio de unos pocos. Tenemos por delante unas semanas cruciales para reconducir el rumbo de una nave que los socialistas y algunos advenedizos de temporada habían puesto a la deriva del descrédito, la ineficacia y el escándalo. Ahora toca estudiar el estado real de la Diputación, abrir sus puertas por igual a todos los almerienses y estudiar qué es lo que hay que hacer para que más pronto que tarde, este organismo vuelva a ser una referencia de capacidad y eficacia en toda la provincia. Como digo, tanto en el plano político como en el personal, el reto de la vicepresidencia de la Diputación abre una etapa relevante en mi vida, directamente relacionada con los aspectos que hace ya algunos años, me condujeron al servicio público: eficacia, agilidad, resolución, esfuerzo y trabajo. Todos estos principios, que tanto he podido interiorizar en los últimos años al lado del presidente Gabriel Amat me servirán de guía a la hora de afrontar una tarea que requiere altura de miras, esfuerzo sostenido y búsqueda de la excelencia. Una misión que quiero desarrollar en estrecha colaboración con el resto de administraciones, los poderes públicos y los sectores representativos de la sociedad almeriense. Devolver a la Diputación al camino de la estabilidad y el control es una tarea que, desde el Partido Popular, vamos a llevar a cabo poniendo el mejor de nuestros esfuerzos y atendiendo al consejo experto de los funcionarios de la Casa, siempre prestando especial atención al ámbito de los ciudadanos de la provincia de Almería, a quienes, en definitiva, va dirigida la actividad de este órgano. Finalmente, no puedo olvidar en este punto el aliento y el apoyo que he recibido en las últimas semanas por parte de compañeros, amigos y familiares. A todos ellos quiero agradecer todos y cada uno de sus gestos, expresándoles ahora en público lo que seguramente ya les he dicho en privado: muchas gracias. Estoy sinceramente convencido de que la j del pasado sábado marcará un punto de inflexión positivo en la historia reciente de la Diputación de Almería, puesto que supone ya una fecha significativa en la que, con la capacidad y el trabajo como puntos de apoyo, progresaremos en la construcción de una Diputación Provincial a la medida de las necesidades de Almería y de los almerienses.
Vicepresidente 1º de la Diputación Provincial de Almería
Con los ecos todavía recientes del emocionante acto de constitución, en el Patio de Luces, de la Diputación Provincial de Almería, me gustaría aprovechar esta ocasión para manifestar una vez más mi compromiso personal y político con una institución que tiene ante sí el reto de volver a asumir el protagonismo en la eficacia, en la transparencia y en el servicio a todos los almerienses. Como vicepresidente de la Diputación, quiero mostrar una vez más mi agradecimiento a su nuevo presidente, Gabriel Amat, por la responsabilidad que ha depositado en mi, así como mi convencimiento de que la nueva etapa de gobierno del Partido Popular que ahora comienza, supondrá para la Diputación el regreso a la senda de la seriedad y el prestigio alcanzados durante los ocho años de presidencia de Luis Rogelio Rodríguez Comendador. Para ello, el nuevo equipo de Gobierno cuenta con la extraordinaria capacidad de respuesta y gestión de los funcionarios y trabajadores de la Diputación, que son el principal patrimonio de esta institución y que desde ahora volverán a realizar sus tareas sin la presión fiscalizadora de cargos políticos dedicados a maniobrar y favorecer intereses partidistas. La prioridad de Diputación debe ser la prestación de servicios eficaces sin distinción de siglas a todos los pueblos de la provincia de Almería. El presidente Amat lo ha dicho en más de una ocasión: a partir de ahora se acabaron las diferencias de trato en función de los colores políticos. Todos los almerienses, vivan donde vivan, y voten lo que voten, encontrarán en la Diputación Provincial de Almería el apoyo, la ayuda y los servicios que en justicia les pertenecen. Ni más, ni menos.
Se ha acabado, por tanto, la utilización partidista de la Diputación en beneficio de unos pocos. Tenemos por delante unas semanas cruciales para reconducir el rumbo de una nave que los socialistas y algunos advenedizos de temporada habían puesto a la deriva del descrédito, la ineficacia y el escándalo. Ahora toca estudiar el estado real de la Diputación, abrir sus puertas por igual a todos los almerienses y estudiar qué es lo que hay que hacer para que más pronto que tarde, este organismo vuelva a ser una referencia de capacidad y eficacia en toda la provincia. Como digo, tanto en el plano político como en el personal, el reto de la vicepresidencia de la Diputación abre una etapa relevante en mi vida, directamente relacionada con los aspectos que hace ya algunos años, me condujeron al servicio público: eficacia, agilidad, resolución, esfuerzo y trabajo. Todos estos principios, que tanto he podido interiorizar en los últimos años al lado del presidente Gabriel Amat me servirán de guía a la hora de afrontar una tarea que requiere altura de miras, esfuerzo sostenido y búsqueda de la excelencia. Una misión que quiero desarrollar en estrecha colaboración con el resto de administraciones, los poderes públicos y los sectores representativos de la sociedad almeriense. Devolver a la Diputación al camino de la estabilidad y el control es una tarea que, desde el Partido Popular, vamos a llevar a cabo poniendo el mejor de nuestros esfuerzos y atendiendo al consejo experto de los funcionarios de la Casa, siempre prestando especial atención al ámbito de los ciudadanos de la provincia de Almería, a quienes, en definitiva, va dirigida la actividad de este órgano. Finalmente, no puedo olvidar en este punto el aliento y el apoyo que he recibido en las últimas semanas por parte de compañeros, amigos y familiares. A todos ellos quiero agradecer todos y cada uno de sus gestos, expresándoles ahora en público lo que seguramente ya les he dicho en privado: muchas gracias. Estoy sinceramente convencido de que la j del pasado sábado marcará un punto de inflexión positivo en la historia reciente de la Diputación de Almería, puesto que supone ya una fecha significativa en la que, con la capacidad y el trabajo como puntos de apoyo, progresaremos en la construcción de una Diputación Provincial a la medida de las necesidades de Almería y de los almerienses.
No hay comentarios:
Publicar un comentario