José María Ortega
Exdelegado de Cultura
A las puertas del próximo Congreso Provincial del PSOE almeriense en circunstancias muy críticas, y no pudiendo comunicarme con todos los militantes de este partido al no ocupar cargo orgánico en el mismo, utilizo la prensa para plantear mi reflexión, seguida de una invitación a todos los compañeros que quieran asumirla.
Como militante de base que ha ocupado anteriormente cargos orgánicos (miembro de la ejecutiva provincial con Pepe Batlles de secretario general, hasta que Nono Amate nos ganó el congreso, pese a lo cual seguimos siendo muy buenos amigos) e institucionales (Delegado de Cultura de la Junta con Borbolla y con Chaves de presidentes), creo tener experiencia para opinar sobre la situación del partido. Si a esto añado que me afilié la noche del 23-F y que rehusé en dos ocasiones el nombramiento de Delegado y acepté a la tercera porque me lo pidió el Presidente Borbolla en persona, además de experiencia, me atrevo a decir que también autoridad moral para enjuiciar comportamientos políticos. No pretendo ser el único ni, menos aún, hacerme el héroe; en aquella época actuaba la mayoría así. Recuerdo estar con el secretario provincial hasta las dos de la mañana en casa de un compañero para convencerlo de que aceptara la primera Delegación de Educación. Esto puede sonar a 'batallita', pero tiene su valor ético si se compara con los 'codazos' que se han prodigado estos últimos años para ocupar cargos.
Mi reflexión es la siguiente: el PSOE ha estado aletargado, por no decir muerto, en Almería el tiempo que la ejecutiva saliente detentó y ostentó (sí, ambas cosas) el poder. No hay más que ver la pérdida de valores socialistas, de militantes, de elecciones y de imagen ante la ciudadanía en estos últimos catorce años. Para recuperar lo perdido, ponernos a tono con la realidad almeriense y dar respuesta a las apremiantes necesidades sociales, se hace imprescindible que fluya nueva savia y empiece por regenerar ideas y comportamientos internos. Para llevar a cabo con éxito tal cometido, además de honestas y preparadas, han de ser personas imbuidas de espíritu innovador, conocedoras de la problemática de una sociedad avanzada y comprometidas a darle solución. Es decir, jóvenes dinámicos. Por mucho que nos duela a los veteranos de mi generación, hemos de reconocer que estamos desfasados para liderar el proyecto innovador que exigen las actuales circunstancias.
De los tres candidatos que se han postulado en el próximo congreso para la secretaría provincial, a mi entender, es José Luis Sánchez Teruel quien da el perfil idóneo.
Como militante de base que ha ocupado anteriormente cargos orgánicos (miembro de la ejecutiva provincial con Pepe Batlles de secretario general, hasta que Nono Amate nos ganó el congreso, pese a lo cual seguimos siendo muy buenos amigos) e institucionales (Delegado de Cultura de la Junta con Borbolla y con Chaves de presidentes), creo tener experiencia para opinar sobre la situación del partido. Si a esto añado que me afilié la noche del 23-F y que rehusé en dos ocasiones el nombramiento de Delegado y acepté a la tercera porque me lo pidió el Presidente Borbolla en persona, además de experiencia, me atrevo a decir que también autoridad moral para enjuiciar comportamientos políticos. No pretendo ser el único ni, menos aún, hacerme el héroe; en aquella época actuaba la mayoría así. Recuerdo estar con el secretario provincial hasta las dos de la mañana en casa de un compañero para convencerlo de que aceptara la primera Delegación de Educación. Esto puede sonar a 'batallita', pero tiene su valor ético si se compara con los 'codazos' que se han prodigado estos últimos años para ocupar cargos.
Mi reflexión es la siguiente: el PSOE ha estado aletargado, por no decir muerto, en Almería el tiempo que la ejecutiva saliente detentó y ostentó (sí, ambas cosas) el poder. No hay más que ver la pérdida de valores socialistas, de militantes, de elecciones y de imagen ante la ciudadanía en estos últimos catorce años. Para recuperar lo perdido, ponernos a tono con la realidad almeriense y dar respuesta a las apremiantes necesidades sociales, se hace imprescindible que fluya nueva savia y empiece por regenerar ideas y comportamientos internos. Para llevar a cabo con éxito tal cometido, además de honestas y preparadas, han de ser personas imbuidas de espíritu innovador, conocedoras de la problemática de una sociedad avanzada y comprometidas a darle solución. Es decir, jóvenes dinámicos. Por mucho que nos duela a los veteranos de mi generación, hemos de reconocer que estamos desfasados para liderar el proyecto innovador que exigen las actuales circunstancias.
De los tres candidatos que se han postulado en el próximo congreso para la secretaría provincial, a mi entender, es José Luis Sánchez Teruel quien da el perfil idóneo.
Personalmente no lo conozco, pero además de las buenas referencias profesionales y políticas que me han llegado de él, ha sido la profundidad de su proyecto (basado en la regeneración ética y política, la coherencia, la autocrítica, el diálogo permanente con la militancia y con la sociedad, así como la unidad de acción en la defensa de intereses colectivos, no personales) que presentó recientemente en la agrupación local de Almería, lo que me ha decidido, como a la inmensa mayoría de los asistentes, a darle mi apoyo.
En consecuencia, invito a mis compañeros de generación y amigos, Juan Antonio Segura (enemigo ahora de la 'mesa-camilla') y Luis Caparrós (fan ahora de las bases) a que den un paso atrás y se vengan conmigo a esa base, si de verdad buscan lo mejor para el partido. Como íntimos colaboradores de la dirección provincial rechazada por su irregular comportamiento y desastrosa gestión, poco nuevo ni bueno pueden aportar. Extiendo mi invitación a esos compañeros que estuvieron sentados en la anterior 'mesa-camilla' y buscan ahora otro sillón. Que lo cedan a los jóvenes y regresen con nosotros a la base. Podremos ser útiles dando consejo, si se nos pide. Es de pura lógica. Seamos coherentes y sensatos.
En consecuencia, invito a mis compañeros de generación y amigos, Juan Antonio Segura (enemigo ahora de la 'mesa-camilla') y Luis Caparrós (fan ahora de las bases) a que den un paso atrás y se vengan conmigo a esa base, si de verdad buscan lo mejor para el partido. Como íntimos colaboradores de la dirección provincial rechazada por su irregular comportamiento y desastrosa gestión, poco nuevo ni bueno pueden aportar. Extiendo mi invitación a esos compañeros que estuvieron sentados en la anterior 'mesa-camilla' y buscan ahora otro sillón. Que lo cedan a los jóvenes y regresen con nosotros a la base. Podremos ser útiles dando consejo, si se nos pide. Es de pura lógica. Seamos coherentes y sensatos.
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