Cristóbal Manuel Sánchez, premio Ortega y Gasset 2011

Antonio Torres

Director de Canal Sur en Almería



El premio  Ortega y Gasset 2011 al mejor trabajo gráfico ha correspondido a Cristóbal Manuel Sánchez (Almería, 1960), periodista de El País desde que en 1985 se animó a abandonar su trabajo de la calle Reyes Católicos de Almería. La otra noche lo vimos en los informativos y en las crónicas de los periódicos. Se siente abrumado. Admite que lo mejor que le puede pasar profesionalmente es que los cuatro directores que ha tenido su periódico, el diario El País, le hayan felicitado personalmente y reconocido con el premio. Es una persona amante de la naturaleza, de sus continuos escapes al campo, que habla con su cámara, como los viejos periodistas que  contaban lo que nos pasaba (concepto muy diferente a lo que pasa)  en las calles y  esquinas. Desde la vida del chatarrero o la  del tendero.

Cristóbal Manuel / El País



Sin pretenderlo, ha obtenido el prestigioso  premio Ortega y Gasset por sus fotos sobre Haití, que reitero no fue sólo la del premio sino que recordamos las diferentes portadas con las que abrió más de una edición digital y de papel. Al recoger el premio, tuvo un recuerdo emocionado y directo a los haitianos, a aquel pueblo que fue castigado por un terremoto brutal. “Y que ha dejado su corazón desnudo y tocado, ya para siempre”, recordó. El  almeriense apareció en las fotografías e imágenes del acto de entrega de los premios junto a Vargas Llosa, entre otros grandes.



El reportero sigue con su tarea diaria de captar imágenes. “El 15-M ha sido un modelo de convivencia, entre los jóvenes, las instituciones y la policía. Los jóvenes decepcionados se han aprovechado del trabajo y la experiencia que ya tenían otros colectivos que han confluido en que el malestar tenga vigencia y éxito”, dice.

“Era enero de 2010 y hacía 20 días que había llegado a Haití para cubrir el terremoto que asolaba el país caribeño. Tenía la calle y la esquina, pero le faltaba el personaje. Y el personaje apareció de repente. Había caído ya el sol. La luz era crítica y me di cuenta de que estaba ante un momento mágico en el que no puedes dejar pasar la oportunidad. Sabía que podía temblarme el pulso”. La imagen, un hombre desorientado y desnudo caminando cabizbajo en medio de la nada, representa, según dictamina el jurado, la desolación de un país devastado. Es una fotografía llena de armonía que refleja la soledad del ser humano en un entorno caótico y de desesperanza.

El mismo día que le concedieron el premio estuvo trabajando encaramado a un tejado para realizar un reportaje. Ha tenido tiempo para hablar a estudiantes de su trabajo.  Hoy, el Centro  Cultural La Nau de la Universitat de Valencia acoge el I Festival Internacional de Fotoperiodismo  PhotON Festival. La obra de Cristóbal Manuel está junto a la de los grandes del mundo de la imagen, los fotoperiodistas, los reporteros de la calle.

Es un placer y un privilegio tenerlo por amigo. El otro día, cuando lo entrevisté para Canal Sur Radio, admitió su nerviosismo y emoción. Le pregunté sobre la solidez del periodismo americano: “La violencia institucional, el hambre, las  corrupciones, las tragedias desde de El Salvador, Nicaragua, Colombia, hace que haya periodistas que se la juegan cada hora”.

Tuvo tiempo para recordar sus inicios profesionales, junto a este periodista. Eran otros tiempos en los que durante las 24 horas íbamos a los sitios, sin teléfonos, para contar historias. Los inmigrantes  o la primera vez que presentamos a toda España, en 1987, al juez Baltasar Garzón en una contraportada de El País. En ese tiempo ya me percaté que estaba ante una buena persona y que,  sin hacer ruido, goza de un prestigio enorme, trabajando y combatiendo el populismo.

Ayer,  desde el Sáhara. el  periodista almeriense Nacho Para  celebraba el galardón obtenido por Cristóbal Manuel con el guiño y la reafirmación de que en sus fotos siempre aparece el factor humano por encima del lucimiento personal. El niño que se crió en la Colonia de los Ángeles,  en aquella histórica peluquería, con raudales de historias anónimas, de familiares, amigos y vecinos de su auténtico barrio.

Bodas de Sangre

La experiencia que tuvimos al entrevistar a los protagonistas de Bodas de Sangre  permanece en el recuerdo a lo largo del tiempo. La foto a Casimiro o a  la verdadera novia de Bodas de Sangre, Francisca Cañadas, Paca la Coja, es  el resultado de largos días, horas de espera y perseverancia que recuerda a la que efectuó años después a  Marlon Brando cuando salió de madrugada de su hotel. La serie sobre Bodas de Sangre culminó con el estreno que realizó, en el teatro Cervantes de Almería, José Luis Gómez que atrajo el interés internacional, sobre dos buenas personas, muy observadas en un ambiente muy rural.  “Francisca ha sido una mujer piadosa y una catequista que celebraba oraciones diariamente”, nos dijo el párroco Joaquín. La foto de la novia la conservamos como oro en paño dado que la realizamos de una forma peculiar. Mantenemos ese respeto y rechazamos la gloria mediática de periódicos norteamericanos, canadienses y del mundo cultural, interesado por este drama. Aunque suene a soberbia, tuve la suerte de ser  el único periodista de asistir a un acontecimiento de interés fuera de nuestras fronteras,  narrando  el l entierro de Francisca Cañadas.  Sali escoltado del cementerio de Níjar por una pareja de guardias civiles amables de Nijar,  ante la incomprensión de algunos supuestos ciudadanos anclados en el silencio y en el sino “del qué dirán”. Por supuesto que los medios para los que trabajaba entonces, El País y RNE, dieron la noticia con generosidad y a sabiendas de que medios internacionales y La Voz de Almería del día siguiente se hicieron eco.

Chirivel

Chirivel: 1986. El desaparecido visionario Andrés Vilches era el alcalde socialista tras haber abandonado la parroquia. Cristóbal Manuel y este autor viajamos a Chirivel para realizar un reportaje sobre yacimientos arqueológicos. Observamos gran amistad entre el alcalde y dos guardias civiles. Vilches  fue uno de los pioneros por la Igualdad, en darle protagonismo al papel de la mujer en la política. Este aspecto tan serio llevó a muchos supuestos amigos a acuñarle el estigma de mujeriego y borracho. De ahí que fuera agredido por un guardia civil, días después. La intuición y pericia de los periodistas lograron reunir a agresor y agredidos, tras momentos de gran tensión en la provincia.