Pedro Molina
Rector de la UAL
El ecuador de los cursos de verano es un buen momento para detenerse a hacer una primera valoración de cómo están saliendo las cosas. Y esa valoración no puede ser más positiva. Después de muchos meses de trabajo, de un esfuerzo callado y responsable que se inició allá por el mes de enero, estos cursos, que sirven de impulso de la vida cultural y académica de Almería, han vuelto a confirmarse como una de las principales apuestas formativas de la Universidad y como una oferta académica que cada año adquiere más prestigio dentro y fuera de nuestra tierra.
Ayuntamientos, Diputación Provincial y la entidad financiera Cajamar son las instituciones con las que tenemos el honor de compartir esta iniciativa estival en la que intentamos volcar, años tras año, la mejor de nuestras capacidades y disponibilidades. Roquetas, Almería, Vícar, Fiñana, Canjáyar, Alhama y Vélez Blanco han sido ya, están siendo ahora y lo serán los próximos días las sedes de una edición muy exitosa. Estamos muy satisfechos de haber podido contar a lo largo de estos días con representantes al más alto nivel de la política, de las artes, de la literatura, de la investigación científica o de la judicatura, como el Presidente de la Sala Tercera del Tribunal Supremo. Y muy satisfechos también por la respuesta que la programación de los cursos de verano de la Universidad de Almería ha tenido entre los alumnos.
Pero la importancia de los Cursos de Verano no sólo se manifiesta en unas cifras de participación que cumplen con todas nuestras expectativas a pesar del efecto y de la influencia de la crisis económica, sino porque se han convertido en una red de conocimiento que se irradia a toda la provincia. Casi todas las comarcas almerienses están representadas en estos Cursos, lo que refuerza la vertebración territorial a través de la cultura y supone un valor añadido muy importante que cumple con uno de los principales objetivos que ha que tener la Universidad como institución académica y del que este equipo de gobierno ha hecho bandera: interiorizar que la Universidad es de la sociedad y tiene que estar al servicio de ella porque son los ciudadanos quienes la financian con sus impuestos.
Nuestro propósito, desde que fui nombrado Rector de la UAL, es que todos los ciudadanos de esta provincia se sientan partícipes de nuestra institución académica. Creo que hemos tomado la dirección adecuada y que uno de los cauces más apropiados para ahondar en esa vertebración territorial es precisamente extender, a través de nuestros cursos de verano, la investigación, el debate, la formación y la cultura más allá de las aulas universitarias.
Ayuntamientos, Diputación Provincial y la entidad financiera Cajamar son las instituciones con las que tenemos el honor de compartir esta iniciativa estival en la que intentamos volcar, años tras año, la mejor de nuestras capacidades y disponibilidades. Roquetas, Almería, Vícar, Fiñana, Canjáyar, Alhama y Vélez Blanco han sido ya, están siendo ahora y lo serán los próximos días las sedes de una edición muy exitosa. Estamos muy satisfechos de haber podido contar a lo largo de estos días con representantes al más alto nivel de la política, de las artes, de la literatura, de la investigación científica o de la judicatura, como el Presidente de la Sala Tercera del Tribunal Supremo. Y muy satisfechos también por la respuesta que la programación de los cursos de verano de la Universidad de Almería ha tenido entre los alumnos.
Pero la importancia de los Cursos de Verano no sólo se manifiesta en unas cifras de participación que cumplen con todas nuestras expectativas a pesar del efecto y de la influencia de la crisis económica, sino porque se han convertido en una red de conocimiento que se irradia a toda la provincia. Casi todas las comarcas almerienses están representadas en estos Cursos, lo que refuerza la vertebración territorial a través de la cultura y supone un valor añadido muy importante que cumple con uno de los principales objetivos que ha que tener la Universidad como institución académica y del que este equipo de gobierno ha hecho bandera: interiorizar que la Universidad es de la sociedad y tiene que estar al servicio de ella porque son los ciudadanos quienes la financian con sus impuestos.
Nuestro propósito, desde que fui nombrado Rector de la UAL, es que todos los ciudadanos de esta provincia se sientan partícipes de nuestra institución académica. Creo que hemos tomado la dirección adecuada y que uno de los cauces más apropiados para ahondar en esa vertebración territorial es precisamente extender, a través de nuestros cursos de verano, la investigación, el debate, la formación y la cultura más allá de las aulas universitarias.
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