Manuel Pérez López
Presidente del PRAO (Partido Regionalista por Andalucía Oriental)
En el último “Debate del estado de la Comunidad” nadie ha denunciado públicamente la ausencia en el discurso de Griñán de la defensa de los intereses de Andalucía Oriental. Nadie ha tenido la suficiente valentía para sacar al estrado lo que esta pasada primavera se denunció públicamente en medios periodísticos respecto a un reparto desequilibrado y lleno de favoritismo en lo que respecta a los Fondos de Empleo a Empresas que entre el 2008 y el 2010 la Junta han distribuido en un porcentaje del 75% para las provincias de Huelva, Cádiz y Sevilla. Tampoco nadie apuntó sobre la muda respuestas de la Junta sobre las medidas, más proteccionistas que sanitarias, de los países centroeuropeos con respecto a las hortalizas que se cultivan en las costas orientales de esta Comunidad, disolviéndose la responsabilidad de nuestros gobernantes autonómicos.
Pero debemos añadir que nadie de la oposición interpuso el más mínimo argumento al hablar del estado de la
Comunidad sobre la defensa que hizo Griñán en enero de este año cuando en Bruselas se habló de la Red Transeuropea de Transportes, en donde defendió con su presencia pública junto al presidente de la Comunidad aragonesa la defensa de que pasara dicha red por el centro de España, no precisamente por el Mediterráneo. Cuando Griñán habla de solidaridad, equilibrio, redistribución de la riqueza..., son palabras vacías pues jamás su gobierno toma medidas para reequilibrar a la Andalucía pobre. No me cabe duda de que ya es hora de exigir la defensa de Andalucía Oriental también en el parlamento andaluz, porque en caso contrario no sólo obtendremos un perjuicio económico y social como el que hasta ahora estamos sufriendo, sino que comenzamos a replantearnos si en estos debates con la palabra Comunidad se incluye o no a Almería, Granada o Jaén.
Comunidad sobre la defensa que hizo Griñán en enero de este año cuando en Bruselas se habló de la Red Transeuropea de Transportes, en donde defendió con su presencia pública junto al presidente de la Comunidad aragonesa la defensa de que pasara dicha red por el centro de España, no precisamente por el Mediterráneo. Cuando Griñán habla de solidaridad, equilibrio, redistribución de la riqueza..., son palabras vacías pues jamás su gobierno toma medidas para reequilibrar a la Andalucía pobre. No me cabe duda de que ya es hora de exigir la defensa de Andalucía Oriental también en el parlamento andaluz, porque en caso contrario no sólo obtendremos un perjuicio económico y social como el que hasta ahora estamos sufriendo, sino que comenzamos a replantearnos si en estos debates con la palabra Comunidad se incluye o no a Almería, Granada o Jaén.
Pero es que las consecuencias de las políticas que ignoran a Andalucía Oriental y la ausente defensa por parte de una oposición más obsesionada por llegar al poder que por controlar a un gobierno andaluz escorado, nos ha llevado al desastre de perder una de las oportunidades históricas para reequilibrar a una región con un atraso histórico de descomunales dimensiones.
La propuesta del 'lobby' FERRMED que incluye un corredor ferroviario de mercancías por el Mediterráneo desde Algeciras hasta la Europa del Norte, pasando por Málaga-Motril-Almería, ha sido desechado por una propuesta que nos obvia, coincidiendo con la de Griñán que pasando por Madrid margina a Andalucía Oriental, y que hubiera significado incorporarnos a uno de nuestros mercados naturales, el levante, con infraestructuras que ahora habrían tenido una aportación extra de la Unión Europea para su construcción.
Todos sabemos cómo se hacen estas propuestas: nunca la Unión Europea planifica los desarrollos de infraestructuras de comunicaciones de los países integrantes, ni es el gobierno central el que decide sin al autorización de los gobiernos autonómicos. Por tanto, ya no nos vale que se escondan responsabilidades y hay que decir fuerte y claro que el gobierno andaluz no ha querido defender el desarrollo económico y social de los que en Andalucía Oriental vivimos, mientras que otras comunidades autónomas, como la catalana, sí han sabido jugar sus cartas de apoyo a un gobierno débil en Madrid para obligar el paso del corredor por sus provincias.
Porque no nos merecemos este tipo de políticos, que desde mi punto de vista han “perdido el norte” sobre qué y a quién deben defender, veo necesaria una convocatoria de todos los partidos políticos, organizaciones sociales (sindicatos y empresarios), así como a todas las instituciones y organizaciones o personas con algún grado de responsabilidad, a que levanten la voz en sus ámbitos de actuación, con el objetivo de provocar un cambio de intenciones en los gobiernos de la Comunidad y de la Nación.
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