La silla de Segura Vizcaíno

José Luis Hinestrosa

Director de Telealmerianoticias

Es curioso que quien hasta hace poco se dedicada a quitar sillas a los compañeros de partido que no seguían sus consignas, ahora diga que creará la “silla del pueblo” para escuchar a los ciudadanos. Pues sí, esta es la carta estrella con la que se postula ante sus compañeros socialistas Juan Antonio Segura Vizcaíno, ex miembro dela Ejecutiva Provincialdel PSOE y en la actualidad candidato a la secretaria General de Almería, con vista puesta en el próximo congreso provincial.

Es impresionante la aparente “metamorfosis” que está sufriendo Segura Vizcaíno. El mismo que hace pocos meses se cargaba, como secretario general del PSOE de Viator, las aspiraciones del anterior alcalde viatoreño, el socialista Cristóbal Urrutia, de encabezar de nuevo la lista del PSOE por su pueblo; dice ahora que va a renovar el socialismo almeriense en base a saber escuchar a ciudadanos y militantes.

Pero si esta metamorfosis es impresionante, lo increíble es que quien fraguaba hasta hace poco los oscuros pactos entre el PSOE y PAL para gobernarla DiputaciónProvincial, hable ahora de transparencia, cercanía a los ciudadanos, darle voz a la militancia, y otros valores políticos que no ha practicado cuando ha ostentado mayor peso especifico dentro de la estructura del PSOE almeriense.

Mal, muy mal debe estar el socialismo almeriense cuando uno de los pilares de su refundación se basa en un político que representa lo más rancio del socialismo, experto en manejar los hilos de la política desde “bambalinas”,  siempre como una sombra que no se ve pero que se deja notar. Por ello no es de extrañar que sea conocido con el sobrenombre de “el hombre sin rostro”; que fue inmortalizado en una esplendida fotografía publicada en su día por un medio de comunicación local donde Segura Vizcaíno fue retratado “in fraganti” diciéndole a Juan Carlos Usero lo que tenía que decir en Diputación detrás de una puerta del salón de plenos.

Nadie en su sano juicio se puede creer que a estas alturas de la vida una persona pueda sufrir una transformación tan profunda, y menos de una persona que, como Segura Vizcaíno, hace pocos meses defenestraba al posible candidato socialista de su pueblo, sencillamente porque empezaba a “volar” sólo y sin control, algo a lo que nunca ha estado acostumbrado. Aquí no le hizo falta la “silla del pueblo”, sencillamente acabó con Cristóbal Urrutia y colocó como número uno de la lista socialista de Viator a una persona sin experiencia ni peso político, pero manejable.

Es imposible que los socialistas que apoyan a Segura Vizcaíno no conozcan como trabaja y como las gasta su compañero, por ello la única explicación posible a esta confianza ciega del “nuevo renacer” del candidato a la secretaria general del socialismo almeriense es dar “un golpe de fuerza” para demostrarle a sus compañeros de Sevilla y de Madrid que no pueden dejarle tirado y que deben seguir contando con él. Una maniobra que aúna a muchos socialistas almerienses, que ven como la asunción del poder regional de Griñán y los cambios en Madrid, sin olvidar que la amplia victoria electoral del Partido Popular ha menguado hasta el límite las cotas de poder del socialismo, les deja en una situación muy difícil para seguir en esto de la política.