... Y tras el congreso extraordinario

Javier Salvador
Periodista

Ann Procter, una poetisa inglesa, la favorita de la reina Victoria de Inglaterra, escribió aquello de que lo pasado y lo futuro no son nada comparados con el severo hoy, que más o menos es la regla que se le puede aplicar al PSOE de Almería después de un bochornoso batacazo electoral, una dimisión generaliza de su ejecutiva provincial para derrocar a su secretario general y un congreso al que llegaron con tres listas, dos alternativas y una oficial, que fue la que ganó de calle. Las fórmulas fueron más o menos las mismas que ya sirvieron para derrocar a Nono Amate hace ya algunos años, y el resultado es el mismo, un mirlo blanco surgido del aparato institucional, apoyado por Sevilla y los viejos roqueros del partido.

Pero sea como sea, el hombre fuerte del Partido Socialista Obrero Español se llama José Luis Sánchez Teruel. Fue alcalde de Chirivel de muy joven, Juan Callejón se lo trajo de coordinador a la Delegación del Gobierno para sustituir a Miguel Corpas - quien a su vez sustituyó a Diego Asensio-, pero apenas duró unas semanas en el cargo porque la entonces consejera de Medio Ambiente y hoy presidenta del Parlamento, Fuensanta Coves, se lo llevó como jefe de Gabinete. A partir de ahí se estableció en Sevilla y hasta fue uno de los hombres de Martín Soler en Innovación, pero de aquella relación no queda nada y parece que todo lo de hoy es nuevo.

Como número dos del partido estará una de las personas que, sinceramente, más se lo merecen, Juan Carlos Pérez Navas, y entiendo que no es del gusto de todos, pero es un tipo trabajador, que se lleva bien con la gente y al que la vida le ha enseñado lo cabrona que puede llegar a ser. Y eso también hace talante.

Estas, y no otras, son las bases que tienen los socialistas locales para aprovechar el tirón Rubalcaba y buscar la fórmula adecuada para que un Griñán que no entusiasma a la gente de la calle no les haga perder la única pata que sostiene en pie al PSOE, es decir una Andalucía que por lo pronto tienen perdida en las encuestas.

Pero más duro que olvidar una etapa anterior sobre la que no hubo ni una sola referencia en el congreso extraordinario celebrado el pasado fin de semana en la Universidad de Almería, y aún más complicado que un futuro marcado por sondeos que les relegan al ostracismo tal cual lo definieron los atenienses, es manejar un presente cargado de resentimientos, desconfianzas y con un panorama de medios de comunicación a pie de quiebra que se deberán a quienes tengan el poder económico de sacarles del agujero a golpe de euro, porque es cierto que los políticos viven de los medios de comunicación, pero estos también viven de ellos en un panorama económico donde toda inversión publicitaria ha caído a cero y sólo lo público es lo que puede mantener a flote las pesadas estructuras heredadas de los años de bonanza.

En medio de todo este berenjenal aparece un tipo joven que sí, puede convertirse en un verdadero líder y darle algo de luz a una izquierda que, sobre todo, está desmotivada porque hace mucho tiempo que no se le dice nada agradable al oído. Hace demasiado que no se la mira de frente, cara a cara, para decirle las cosas que quiere oír, y que hasta empieza a dudar si la solución real no pasa por unos años de gobierno de derechas.

Sánchez Teruel tiene un post congreso complicado y no sólo por el hecho de que aún no se sabe realmente el número de bajas entre muertos y heridos graves que han quedado por el camino dentro de su partido, sino porque su tarea real es tener que mirar por encima de las cabezas de aquellos que desde hoy se agolpan en la puerta de su despacho para empezar a recoger los frutos de su apoyo, con el fin poder llegar a ver lo que hay más allá de la sede del PSOE, en la calle, y empezar a recomponer los apoyos que un día tuvieron y que no le queda más remedio que recuperar si no quiere ser el pagador de todas las deudas acumuladas.

Lo que también tiene cojones es que su primer día de mandato real sea nada menos que un 18 julio, que hasta las fechas se ponen en su contra. O igual a su favor, quién sabe, porque el mismo día que se produjo el alzamiento también apareció la resistencia, y sobre esta batalla de 2011 aún no hay nada escrito.
(www.teleprensa.es)

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