Periodista
Dios nos libre del carácter que, según algunos políticos, imprime el ser alcalde. El ex de Olula del Río, con muy fuerte división de opiniones en el pueblo, ha demostrado en estos años de alcaldía, y muy especialmente en el último, que es mejor librarse del carácter que imprime una alcaldía, si éste es el de la prepotencia, la cabezonería y el no dar el brazo a torcer aunque te lo estén rompiendo.
El señor Lucas, no confundir con el delegado de Salud, al que por cierto los rumores dan fuera de la Delegación en algunas semanas, ha tenido al pueblo de Olula sin Policía Local, lo que viene a ser sin protección ni seguridad ciudadana, por aquello de no enmendarla durante un puñado de meses. Si ese es el carácter que imprime ser alcalde, que lo hagan delegado. Y es lo que han hecho.
Eso de premiar en política a los ‘fracasados’ no es nada nuevo, algo acostumbrados estamos, pero que se haga con uno que ha mantenido a un pueblo con casi toda la policía dada de baja por estrés y no haya sabido encontrar, o no haya querido ver donde estaba el problema y solucionarlo, dice muy poco, por no decir nada, de un político joven y con expectativas. El que a ese político su partido lo premie con la delegación de Cultura de toda la provincia, dice bien poco del partido que así obra. Si mañana en la delegación de cultura el personal empieza a coger bajas por depresión se demostrará la impronta y el carácter que Antonio José Lucas sabe darle a su personal forma de hacer política. Lo único que les puede salvar es la cercanía de las elecciones generales y tras ellas las andaluzas y que no saque por ahora el carácter político que atesora.
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