El Defensor del Paciente

Juan Torrijos
Periodista

El Defensor del Paciente andaluz ha pedido que se investigue la muerte de nueve bebés en el Hospital de la Inmaculada de Huércal-Overa. Algo extraño ha debido de constatar el Defensor cuando pide que la fiscalía abra el citado expediente. Nadie está diciendo que se hayan producido negligencias en las muertes de estos bebés, se está solicitando una investigación ante la intranquilidad que han vivido y viven las familias de los fallecidos. Nadie debe rasgarse las vestiduras, y menos que nadie los responsables políticos de la sanidad andaluza.


Hospital La Inmaculada

A la señora consejera le faltó tiempo para salir con la estadística de turno (a las que tan acostumbrados estamos por Almería con las de don Manuel Lucas, delegado silencioso en esta ocasión de sanidad) en la que se manifiesta que la tasa de mortalidad infantil en este hospital está por debajo de la media andaluza. Y la guapa consejera sigue su vida como si nada hubiera pasado. Nos encanta que la media de la Inmaculada esté por debajo de la tasa andaluza, no crea, pero las familias, señora Montero, no se sienten más felices con ello. Ellas, las familias, lo que quieren saber es si la muertes de sus hijos se han producido por causas naturales, o, por el contrario, han existido otros elementos a tener en cuenta.

No se trata de poner en duda la calidad de la sanidad que disfrutamos (algunos la ponemos y mucho), sino de aclarar a unas madres y a unos padres la muerte de cada uno de sus hijos. No se escondan tras los papeles y los números, cuestión a las que nos tienen demasiado acostumbrados, y animen una investigación que ponga la realidad de la sanidad que recibimos sobre la mesa.
(La Voz de Almería)

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