La Fabriquilla, poesía y geología

Pedro Mena Enciso
Profesor de Historia

El poeta Juan Ramírez, natural de un pequeño y gran  pueblo almeriense, Huécija, se refiere a La Fabriquilla de esta guisa:Paraje La Fabriquilla honra de propios y extraños ¡qué lugar más fascinante nos ofrece al visitante! Desde este lugar singular contemplar una puesta de Sol sumamente interesante que a todos nos maravilla. Uno de los encantos de este trocito de tierra es el de sus gentes sencillas que acogen al visitante. En el siglo diecinueve minas de plomo había y en este mismo lugar dicho mineral se fundía. Agua más cristalina del mar y agua más transparente es difícil de encontrar al humano que lo intente. No digamos de la arena tan limpia y tan atrayente que invita a toda la gente por la misma a pasear. Hace unos cuantos años estaba esta playa olvidada y ahora sus habitantes atónitos se están quedando del rumbo que va tomando. Entre montaña y el mar de este parque tan divino apareces tú, Fabriquilla tan solemne y especial. Y también podemos ir a ver ese “FARO” imponente que alerta a los pescadores de las rocas tan agrestes. Si Parques Naturales hay en toda nuestra Almería, La Fabriquilla es lo mejor de Andalucía”.

Playa de La Fabriquilla

Situada al Sureste de Almería, en pleno Parque Natural, La Fabriquilla es un  pequeño apéndice del Cabo, que pertenece desde siempre a dos términos municipales: Almería, cara al mar y Níjar, monte arriba. La frontera estaba, y sigue estando, en el Camino de la Marina, hoy físicamente desaparecido, pero vigente en los catastros correspondientes y en la mayoría de escrituras de propiedad de los vecinos de esta barriada. Este camino, que a su vez era prolongación del Camino viejo de Cabo de Gata, entraba por lo que ahora es calle Alcaraz y salía de La Fabriquilla por la de Ancón, dirección Faro. En los mapas cartográficos aparece como un núcleo diseminado y casi fundido entre la montaña y la playa, donde se observa cómo el salitre y el mar forman parte del barrio. Goytisolo describe muy bien el sentido austero y sencillo de unas viviendas de líneas rectas, escasamente decoradas, ausencia de huecos y pensadas para hacer frente a los vientos y al calor. Dice el escritor: “Las casas asemejan casi fortines”.

La huella humana ha conformado la naturaleza y el paisaje de La Fabriquilla y el Cabo. Las numerosas culturas que pasaron por aquí dejaron constancia de su presencia. Las montañas del Cabo fueron testigos del paso y colonización de fenicios, griegos, cartagineses, romanos, musulmanes y cristianos. Todos y cada uno de ellos aportaron algo de su particular idiosincracia.

La Fabriquilla y el Faro se localizan en el extremo suroriental de la Península Ibérica y forman parte del Parque Natural marítimo-terrestre de Cabo de Gata-Níjar, declarado como tal el 23 de Diciembre de 1987 por el Gobierno Andaluz. El área protegida pertenece a los municipios de Almería, Níjar y Carboneras. La UNESCO, en 1997, consideró el gran valor paisajístico y ecológico de estos territorios para declararlos Reserva de  la Biosfera. Sus casi 38.000 hectáreas terrestres y 12.000 marítimas, una milla marina desde la costa, han sido también consideradas como Zona de Especial Protección para las Aves y Lugar de Interés Comunitario. El litoral del Parque es Reserva Marina y sus sierras, playas y calas constituyen un grandioso edificio volcánico, de fuerte personalidad,  que se formó por fases durante la era Terciaria. La Sierra de Gata es la formación volcánica más importante de la Península Ibérica. Desde el punto de vista geológico, podemos decir que el Cabo se formó en un intervalo de tiempo (12-17 millones de años) en el que el mar invadía toda las depresiones litorales de Vera, Tabernas, Sorbas, Níjar y Almería.

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