Juan Torrijos
Periodista
Manifestaba hace unos días el señor López Olmo que los ayuntamientos en manos de los populares eran los más malgastosos en las anteriores corporaciones. Los datos son contundentes, decía el portavoz del PSOE en la diputación: 36 ayuntamientos peperos debían 196 millones, 51 socialistas estaban en la mitad. Toda la razón para don Antonio, los números están ahí.
Las comparaciones son odiosas, pero a veces no tenemos más remedio que echar mano de ellas para poder explicar la realidad que nos rodea. Si don Antonio buscaba un titular en la prensa lo encontró, pero no nos ha demostrado que sea muy inteligente en el planteamiento. No nos dijo que el número de personas que hay detrás de los 36 pueblos gobernados por el PP y los que habitaban en los 51 del PSOE. ¿Por qué? Si lo hubiese hecho, nos habría alumbrado con la deuda que tiene cada ciudadano almeriense; por ejemplo, lo que debe el que vive en Roquetas, así como el que lo hace en Alhabia, el que vive en la capital o el que lo hace en Almócita. Con este baremo sí sabríamos y conoceríamos a los alcaldes y equipos de gobiernos más malgastosos de nuestra provincia, y a los que no tendríamos que volver a votar de por vida.
Lo cierto es que los alcaldes, al igual que los presidentes de cualquier institución, han gastado alegremente en los pasados años, creyendo que el bienestar no iba a terminar nunca. Han hecho obras que no servían para nada, aumentaron las plantillas de funcionarios con amigos y familiares y, cuando la hierba se agosta y la vaca pierde peso ponen el grito en el cielo. Justo es reconocer que no han sido previsores los políticos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario