Diego García Montoya
Portavoz de Unión Mojaquera
Es necesario que el equipo de gobierno de Mojácar tome medidas urgentes y extraordinarias que cambien la situación de alarma que se ha generado en nuestro municipio, que se ha ha convertido en el ‘botellódromo del Levante de Almería’. Unión Mojaquera reclama que se extreme la vigilancia para impedir la celebración de botellones en cumplimiento de la normativa actual de respeto al derecho al descanso de los ciudadanos y a la salubridad pública, después de haberse incrementado la incidencia de esta práctica durante los últimos veranos.
A algunos les puede parecer amable y festivo el botellón, pero lo que provoca finalmente es el daño de la imagen de Mojácar para muchísimos años gracias a un problema que puede generar una fama que se convierta en un hecho irreversible.
Entre los elementos negativos destacamos:
- Desmadre nocturno hasta después del amanecer con peligro para la circulación y los peatones.
- Incidentes violentos frecuentes y enfrentamientos con los residentes que quieren descansar y que no les ensucien el entorno de sus viviendas.
A algunos les puede parecer amable y festivo el botellón, pero lo que provoca finalmente es el daño de la imagen de Mojácar para muchísimos años gracias a un problema que puede generar una fama que se convierta en un hecho irreversible.
Entre los elementos negativos destacamos:
- Desmadre nocturno hasta después del amanecer con peligro para la circulación y los peatones.
- Incidentes violentos frecuentes y enfrentamientos con los residentes que quieren descansar y que no les ensucien el entorno de sus viviendas.
- Molestias para los residentes permanentes y visitantes que se ven imposibilitados de poder descansar durante toda la noche.
- Consumo masivo de alcohol y demás sustancias.
- Suciedad generalizada causada por micciones, excrementos y desechos varios en la vía pública y zonas residenciales donde se practica el botellón.
- Malestar entre propietarios que invirtieron en Mojácar con la idea de poder disfrutar de sus vacaciones con un mínimo de tranquilidad.
- Alarma e inquietud entre inversores que situaron sus establecimientos hoteleros en este municipio y que ven como se degrada la tranquilidad entre sus clientes que es norma fundamental para que sus ofertas tengan éxito.
El botellón no produce beneficios económicos para el municipio, sino que únicamente provoca irritación entre nuestros visitantes, muchos de los cuales se están planteando la idea de cambiar de lugar de vacaciones y otros de desprenderse de las viviendas o negocios que con tanta ilusión situaron en Mojácar.
Más allá de la lamentable imagen del pueblo, o de preguntas acerca del modelo de turismo de un pueblo idílico con el que han soñado generaciones de escritores, pintores y artistas en general, el botellón supone un importante desgaste para la empresa adjudicataria de la limpieza vial, que debe destacar gran parte de su personal y medios para la limpieza de estas zonas en detrimento del resto del municipio.
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