Ordenanzas hasta para los ladridos

Marta Soler
El País

Las ordenanzas municipales que regulan los comportamientos ciudadanos en los espacios públicos es una tendencia al alza. Varios ayuntamientos de Almería se han sumado en los últimos días a esta tendencia -en ocasiones polémica- con la introducción de novedades importantes en su articulado. En Níjar, la sanción económica derivada de los daños ocasionados al patrimonio podrá ser sustituida por trabajos para la comunidad dentro de 15 días, cuando la norma entre en vigor. El Ayuntamiento busca cumplir una función "pedagógica" y "revertir" en beneficio del resto de la ciudadanía el daño que se ocasiona a lo público, explica el alcalde de este municipio, Antonio Jesús Rodríguez (PP).

Los jóvenes de entre 14 y 21 años podrán asistir a charlas o cursos relacionados con la convivencia ciudadana y actuaciones sociales comunitarias. Para ello, participarán en programas de formación vinculados con el fomento de la convivencia ciudadana y en la realización de trabajos en beneficio de la comunidad para "hacerles comprender la gravedad de los hechos cometidos y las consecuencias que los mismos han tenido o podrían haber tenido y ser evitados así en el futuro", añade el regidor. La correspondencia con la sanción se ha establecido en dos horas de trabajo o de formación, para así condonar 50 euros del importe de la sanción que, en caso de actos vandálicos, oscila entre 500 y 1.500 euros.

En cada localidad, el espíritu de la normativa denota la preocupación municipal por regular una serie de comportamientos. Mientras que Níjar se centra, sobre todo, en el daño al mobiliario, en Viator hay una dedicación especial a los ruidos. Concretamente, a los que proceden de los animales domésticos, cuyos sonidos acaparan un capítulo. Según la norma, se prohíbe dejar en patios, terrazas o balcones animales que "con sus sonidos, gritos o cantos" perturben el descanso de los vecinos entre las 15.00 a las 17.00 -la siesta- y a partir de las 22.00 hasta las 8.00 del día siguiente. Fuera de ese horario se pide, explícitamente, que los dueños deben "evitar las molestias que con sus ladridos puedan ocasionar los perros que transiten por la vía pública".

La Ordenanza de Convivencia Ciudadana de Viator ha entrado en vigor recientemente, pero el Ayuntamiento dejará "pasar un tiempo antes de llevar a efecto las sanciones", tranquiliza Rosario García (PP), concejal de Atención Ciudadana, Servicios y Fiestas en el Ayuntamiento de Viator. Sin embargo, la permisividad no disminuye en el caso de las defecaciones o micciones de animales en la vía pública, que sí se sancionará de inmediato al convertirse desde hace tiempo en "un problema". También arrojar basura a la vía pública se sanciona ya, lo que ha precisado de la introducción de un capítulo especial en la ordenanza, al observar comportamientos incívicos de la población en este sentido.

La Entidad Local de Balanegra (adscrita al Ayuntamiento de Berja) también ha publicado a comienzos de mes su ordenanza cívica en la que, entre otras cuestiones, prohíbe "tender ropa en balcones o ventanas que den a la vía pública", acción que también prohíbe el Ayuntamiento de Carboneras (PP-Gicar) desde el pasado verano aunque, de momento, no ha realizado sanción alguna por este concepto, según la Policía Local.

Capítulo común en todas las ordenanzas es la mendicidad. En su día ocasionó polémica la norma del Ayuntamiento de El Ejido -publicada en diciembre de 2008- que prohibía, incluso, la videncia o el tarot. En la capital el debate sobre las normas de convivencia se aparcó por la celebración de las elecciones municipales. En su articulado se pretende regular la mendicidad y la prostitución, como ya hace el Ayuntamiento de Granada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario