Ya empiezan las mentiras electorales

Juan Pardo

CDL Zurgena

Aún no estamos repuestos de la retahíla de inauguraciones con su consiguientes promesas “a incumplir” y mentiras arrabaleras de las elecciones municipales y autonómicas del 22-M y ya tenemos otras encima. Esta semana, la provincia de Almería ha sido invadida por los extrotskystas, ahora reconvertidos zapateristas, al frente de ellos sus buques sin bandera, la ministra Rosa Aguilar y la consejera Josefina Cruz.

La primera inauguró un entramado de tubos que, supuestamente, van a conducir agua de la desaladora de Carboneras a la cuenca del Almanzora. Si, según ella, la desaladora de Palomares está terminada, ¿para qué este gasto? Una ministra debe saber que no estamos para gastos absurdos. Sí, si todo es bueno, en caso de que una de ellas falle, siempre tenemos otra de repuesto. Todos los allí presentes nos dimos cuenta, al momento, que su visita obedecía más a campaña electoral que a inauguración de conexiones de agua. Rosa, definitivamente, no va en las listas de las elecciones generales del 20-N. La dejan en la reserva activa para las autonómicas andaluzas.

La otra, Josefina Cruz, ésta sí que tiene guasa. La Autovía del Almanzora o del Mármol la han inaugurado desde 1992 hasta la fecha más de 50 veces y a fecha de hoy solo hay 12 de los 100 Kilómetros que deberían estar abiertos al tránsito de vehículos, además  con limitaciones de 80 km./hora. Las curvas de la autovía... eso es de juzgado de guardia. Pero, en este caso, la autovía me importa un cero, tantas veces nos han mentido que otra más es casi de agradecer.

Pero las mentiras de esta política tienen algo de especial, algo de morbo, y os puedo asegurar que, a mí, no me pone. Hace dos o tres meses y con motivo de las elecciones municipales se dejó caer por la Cuenca del Almanzora, donde habitan más de 25.000 ciudadanos británicos, y en verdad, aquí medio se portó, aunque parezca raro, hasta el punto de que algunos ciudadanos británicos la llegaron a creer. Aquí dijo: “A excepción de algunas viviendas que corren peligro de inundaciones, el resto se van a legalizar”. Llega a Sevilla y dice: “En la comarca del Almanzora lo que realmente hay es un asentamiento británico, ¡ojo¡”. Ese ojo se entiende que es colonizador.

Josefina Cruz sabe perfectamente que son familias en la mayoría de los casos jubilados que han comprado y pagado a precio de oro (250.000 euros una vivienda de 60 metros) más de 15.000 viviendas, y por no tener no tienen ni agua corriente. La semana pasada, en su viaje por la comarca, entre otras cosas y en tono arrogante,  dijo: “Ha sido un visto y no visto, la cantidad de viviendas que han construido”.

Consejera, posiblemente haya sido culpa de los alcaldes, concejales, arquitectos, notarios, registradores, etc. Pero de quienes no dudo lo más mínimo es de la buena fe de los compradores. Por tanto, legaliza sus viviendas, ganadas con el sudor de su frente, que solo harías lo justo y necesario.