Atar en corto el despilfarro

Javier Aureliano García
Vicepresidente de la Diputación Provincial

Hay que gestionar siempre desde el respeto al contribuyente. Parece una obviedad decir algo así, pero hay ocasiones en las que parece necesario recordar a quienes despilfarran el dinero público que los almerienses no se merecen el espectáculo de ver a representantes públicos tirando el dinero que tanto dinero les cuesta ganar a ellos en un festival de dispendios sin más límite o tasa que su capricho.

Comparto con la inmensa mayoría de almerienses las sensaciones de malestar y bochorno que hemos tenido estos días atrás al ver el desglose de gastos que los socialistas habían tenido en la última edición del Festival “Almería en corto”. Sin necesidad de volver a entrar en detalles, les supongo a todos ustedes al corriente del excesivo nivel de gasto en partidas que bien podrían haberse resuelto con costes más modestos sin desmerecer por ello la dignidad de los invitados y los objetivos de este importante certamen cinematográfico.

Javier Aureliano García: "Los socialistas no tenían
 empacho en obsequiarse con los menús más selectos
 o las cosechas más exclusivas a cuenta del festival".

Pero lo peor no es comprobar que los socialistas no tenían empacho en obsequiarse con los menús más selectos o las cosechas más exclusivas a cuenta del festival. Lo más grave es que al margen de la burla y agravio comparativo que estos derroches de nuevos ricos producen entre miles de almerienses agobiados por una crisis económica que los socialistas no quisieron o no supieron prever, se han descubierto también facturas pagadas dos veces. Doble derroche, doble descontrol y doble descaro. Es decir, que no sólo gestionaron al margen del sentido común, sino que también lo hicieron al margen de la ley.

El escándalo del Festival de Cortos es, por desgracia, otro más en la ya larga lista de despropósitos firmados por el anterior gobierno socialista de Diputación. El gobierno de los asesores invisibles, el de los viajes innecesarios y ahora también el de las gambas, los chuletones y las grandes reservas a cuenta del sufrido contribuyente. Se trata, ya lo ven, de un estilo de gestión que sólo beneficia a unos pocos y que conduce a la ruina a las administraciones, poniendo en riesgo su papel como prestadora de servicios a los ciudadanos.

Y es que habrá que decir claramente que la irresponsabilidad del anterior equipo de Gobierno socialista ha puesto en clarísimo peligro de desaparición al Festival de Cortos, que va a llevarse a cabo gracias al esfuerzo de gestión, contención de gasto y colaboración con el Ayuntamiento de la capital que ha dirigido el presidente Gabriel Amat. Esa es la diferencia del estilo de gestión del Partido Popular frente a lo que nos tienen acostumbrados los socialistas allá por donde pasan. De no ser por la capacidad de trabajo y gestión de este equipo de Gobierno, la Diputación de Almería no podría haber celebrado este año una cita cultural que nos llegó lastrada ya por el peso del gasto descontrolado y del despilfarro grosero que reflejan las cuentas que nos hemos encontrado al llegar.

Quiero aprovechar para dar las gracias a todos los técnicos y trabajadores de la Diputación que con su esfuerzo han hecho posible que este Festival pueda celebrar una nueva edición que, aunque no va a contar con los mismos lujos y las mismas alegrías que las que permitían los socialistas, podrá cumplir con eficacia y dignidad su papel como elemento dinamizador de la cultura almeriense, fomentando la creación de empleos y riqueza y potenciando la memoria de la producción cinematográfica realizada en nuestra tierra. Nosotros hemos venido a la Diputación para servir a los almerienses y no para servirnos de ellos destinando sus impuestos a sufragar jolgorios y parrandas de cinco estrellas. Determinadas alegrías conviene tenerlas atadas en corto, porque si se descontrolan pueden acabar devorándote.

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