El Algarrobico: ¿cierre por demolición?

Francisco Giménez Alemán
Periodista

La secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, informó ayer, a solicitud de Greenpeace, que el Gobierno y la Junta de Andalucía están ultimando un acuerdo para la demolición del hotel El Algarrobico, uno de los mayores atentados contra el medio ambiente perpetrados en la costa mediterránea. Levantado con licencia ilegal en pleno parque natural de Cabo de Gata, este monstruo, a solo unos metros del rompeolas, ha pasado por numerosas vicisitudes judiciales, a las que no han sido ajenas las añagazas de los abogados de la sociedad promotora, Azata del Sol, para alargar el procedimiento en un intento de eternizar la consolidación del inmueble como un hecho consumado.
Solamente la pe
rseverancia de Greenpeace y de las asociaciones Salvemos Mojácar y Ecologistas en Acción, entre otras, permitieron que se paralizasen las obras en 2005 por sentencia judicial y que en estos momentos veamos la posibilidad real de que el hotel El Algarrobico, denominación de aquel incomparable paraje marino, sea demolido y devuelta la playa a su estado natural que nunca debió ser agredida de manera tan salvaje. Miles de firmas, entre las que va la del que esto escribe, han sido presentadas al Consejo de Ministros solicitando una decisión sin más dilaciones. A lo que ha contestado Teresa Tibera en términos que no admiten duda.

Sin embargo, existe una contradicción en su declaración: si efectivamente la Junta de Andalucía está por la labor debería retirar los escritos que mantiene ante los Tribunales de Justicia, cuya confusa argumentación a buen seguro será rechazada, pero que entorpece y ralentiza el objetivo final, que no es otro que la voladura, desescombro y restauración de aquel rincón del litoral almeriense. Si el Gobierno andaluz procede en coherencia con el acuerdo que está casi ultimado con el Ministerio de Medio Ambiente, los plazos se abreviarían y en no más de un año se podría visitar el lugar libre de tan horrendo despropósito.

Nos cabe la duda, sin embargo, de que a dos meses de las elecciones generales Cambio Climático haya caído en la tentación de hacer un acto propagandístico de cara a tantos amantes del parque natural de Cabo de Gata como deseamos la ejecución provisional de la sentencia, tal como ha solicitado ayer Ecologistas en Acción ante el Juzgado número 2 de lo Contencioso-administrativo de Almería. Dicha sentencia obligaba al Ayuntamiento de Carboneras a revisar de oficio la licencia que permitió semejante disparate –22 plantas y 411 habitaciones– en uno de los parajes telúricos más impresionantes de las costas españolas.

La demolición del hotel El Algarrobico sería ejemplarizante para todos aquellos promotores inmobiliarios que, con desprecio de los tesoros naturales, buscan el beneficio a costa de arruinar el entorno. No cabe otro castigo más justo para quienes así actúan que la voladura de este infame gigante que daña a la vista y a los sentimientos de cualquier persona civilizada.
(El Correo de Andalucía)

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