La Constitución ha muerto... ¡Viva Alemania!

Antonio Medina Guevara
Escritor

¿Qué pasa en España…? La Ley de Leyes, esa misma que fue el punto de unión en la sociedad española gracias a la generosidad de todas las partes; que intentó enterrar los fantasmas del pasado, en el que los unos y los otros tenían mucho que olvidar y, que doblando el orgullo, nuestros políticos antepusieron lo común a lo partidista; que millones de ciudadanos llevan años reclamando "pulirla" a los nuevos tiempos y refrendarla en temas (entre otros) como el de la  sucesión de la corona, el federalismo, que evitaría todo tipo de nacionalismos… Pues esa misma Ley de Leyes que -a pesar de su imperfección- ha permanecido inamovible durantes tantos años, ahora, con un solo voto de una gacha alemana, la han cambiado.

¿Para qué dar la oportunidad a la sociedad a que exprese su opinión y voto al respeto…?  ¿Para que digan en derecho que lo que fallan son otras cosas…? ¿Para que banqueros, iglesia, sindicatos, empresas financiadas por el estado con su legión de asalariados e incompetentes políticos sepan que son ellos los que sobran..? ¿Por qué no dan seguridad a los inversores, reduciendo el déficit mediante la imposición de impuestos justos y proporcionales…?

No tiene sentido que no lo piensen. Creo que tengo la respuesta: la sociedad que les paga, o sea, nosotros, los de a pie, no podemos ni queremos mantenerlos en la “moma” perpetua, y ellos piensan bien, que los otros, los que dominan el entramado de la mioma del estado, les pagarán como saben hacerlo, o sea, retirándolos a empresas públicas, diputaciones, euro parlamento, etc, donde vivirán su retiro dorado. Y tiene razón, nosotros solo los elegimos y pagamos; los otros los compran. Y esos otros acaban de comprar su voto.

Traidores a sueldo. A la Constitución de la concordia acaban de darle 316 puñaladas otros tantos esbirros del PP y del PSOE, que ahora, en diferencia a sus antiguos predecesores, anteponen su comparativismo redil al interés de la sociedad que los votó y los paga. Gracias. Gracias a todos ellos y que la sociedad y el destino los premie en consecuencia.

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