La verdad es un lujo

Manuel Recio

Consejero de Empleo de la Junta de Andalucía

La semana pasada fui al cine  a ver una película que se llama “La deuda”, del director John Madden. Os la recomiendo tanto por el argumento como por la realización y la excelente interpretación de Helen Mirren. Me quedó grabada una frase que dice un político casi finalizando la película: "La verdad es un lujo". Estoy de acuerdo.  Es uno de los mayores lujos y cada vez es más escaso. Es una de las razones por las que cada vez me gustan más las redes sociales.

Dada mi dedicación actual soy un consumidor ávido de noticias a través de diversos medios de comunicación. La información independiente y veraz nos hace más libres. Pero cada vez cuesta más encontrarla. Dependerá de gustos y muchos me dirán que de ideología política, pero creo que soy objetivo al afirmar que TVE es actualmente un lujo. Es la más independiente que recuerdo. Me gusta la decisión que se adoptó sobre la no existencia de publicidad, tiene series de producción propia de alta calidad y sus informativos son equilibrados tanto en el contenido como en el tratamiento de la información. Y no quiero que se me olvide sus excelentes profesionales, aunque he de reconocer que siempre los tuvo.

Y es así aunque les pese a muchos. Todos tenemos en la cabeza los recientes ataques que recibió Ana Pastor. Y el colmo ha sido el intento por controlar el contenido de los Telediarios por parte de los miembros de su Consejo de Administración. Una vergüenza sin matices. Pero no me extraña. Nos rasgamos las vestiduras cuando sabemos el enorme control que sobre los contenidos de los informativos se realiza en muchos medios de comunicación. Incluso algunos de ellos se muestran muy molestos cuando algunos políticos utilizamos las redes sociales para comunicarnos directamente con la ciudadanía. Parece que cuando tenían todo controlado llegaron las redes sociales y se cambiaron las reglas del juego.

La verdad es un lujo, es cierto. Un lujo que debemos poder permitirnos. Como dice la canción, debemos alcanzar una situación en la que ser valiente no sea tan caro y ser cobarde no valga la pena. De ello depende la libertad de nuestra sociedad y nuestro futuro.