Más trabajo y mejor gestión

Javier Aureliano García
Vicepresidente de la Diputación

Se suele hablar en esta época del año del regreso de las vacaciones o de la vuelta a la rutina. Pues bien, créanme que en el caso de la Diputación de Almería no podemos hablar de nada de eso. Y ello se debe a que no sólo no hemos tenido vacaciones, sino que hemos tenido y seguimos teniendo mucho trabajo que hacer. Y es que incluso desde antes de que el presidente Amat tomara solemnemente el bastón de mando de esta Casa, los diputados no hemos conocido un minuto de descanso para poner en marcha los equipos de trabajo y los modelos de gestión que permitan a la Diputación Provincial evitar el colapso y el desastre económico que inevitablemente se hubiera producido de haber seguido al frente el anterior equipo de Gobierno del PSOE. Paradójicamente, mientras los responsables directos de ese descontrol, de esa imprevisión y de tantos y tantos derroches disfrutaban del verano, los nuevos gestores del PP teníamos que sacar horas y más horas de reuniones y trabajo para, en colaboración con los ejemplares funcionarios y trabajadores de la Diputación, corregir el incierto rumbo en el que la habían situado los socialistas.

Y puedo decir que estamos muy satisfechos de lo que estamos haciendo. Estamos dando los pasos que permitirán a Diputación seguir desempeñando sus funciones y tareas en todos los pueblos de la provincia en donde sea necesario, redoblando esfuerzos y usando la imaginación y la colaboración con otras instituciones, como el Ayuntamiento de la capital, en aquellos asuntos que puedan ser beneficiosos para un mayor número de almerienses. Y aunque es cierto que es mucho lo que estamos haciendo, no es menos verdad que todavía nos queda un largo camino que recorrer. La Diputación de Almería está destinada a ser un elemento clave en la cohesión económica y social de la provincia, así como el elemento dinamizador de la potencialidad de las localidades con menor número de habitantes de Almería. Para ello debemos gestionar de un modo más racional, reduciendo partidas y gastos innecesarios, modulando los esfuerzos con criterios de eficacia y rigor y dedicando más horas de horas de trabajo para ofrecer una mejor gestión a los almerienses.

Para el presidente Amat, la prioridad en estos momentos es ayudar a generar las condiciones que permitan crear empleo y crecimiento económico en todos los pueblos de Almería. Para ello, tenemos muy claro que debemos gestionar al contrario de lo que hacían los socialistas. Es decir, que debemos desarrollar una gestión cuyos pilares básicos sean la austeridad, la transparencia y algo tan sencillo como no prometer lo que no se pueda cumplir.

Estamos visitando todos los pueblos, todas las comarcas y vamos a seguir teniendo contacto directo con los vecinos, porque creemos más en la relación personal y estrecha antes que en la realización de costosas campañas de propaganda. Por lo tanto, vamos a seguir en una línea de trabajo que refrende la ilusión con la que miles de almerienses repartidos por toda la provincia apoyaron a los candidatos del Partido Popular en las últimas elecciones, deseosos de continuar progresando en los lugares donde ya gobernábamos y de cambiar las cosas allí donde los socialistas estaban llevándoles a la ruina. La llegada de Gabriel Amat a la presidencia de la Diputación supone, por tanto, el cambio que los almerienses estaban esperando en un modelo de gestión ineficaz y frívolo, incapaz de ofrecer soluciones de confianza a los problemas reales de los almerienses. Eso es lo que estamos haciendo y esa es la línea de trabajo y gestión que mantendremos en el futuro.

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