A propósito del artículo "Falsos indignados contra el Papa"

Antonio Medina Guevara

Escritor

Naturalmente que hay que ser condescendiente y respetuoso con toda clase de creencias y opiniones. ¡No faltaba más…! Pero resulta que los “indignados” son libres de expresar sus opiniones (igual que los otros) sobre el sobado asunto, de la visita del “santo padre”. Mi opinión:

Si el que se ha “pulido” 50 millones de euros en su visita hubiera sido un ayatolá, judío o del hare krishna, los que estaban tan contentos con tan regia visita, estarían indignadísimos. Pero como España es católica, apostólica y romana… pues bien y amén. Pues no. Desde mi punto de vista no es así.

Si de lo que se trata es de un espectáculo que solo busca “turismo”, pues bien. Si de lo que se trata (que parece ser, es de lo que se trata) es de una visita del máximo representante de la iglesia católica en visita pastoral a sus feligreses…, pues mal. Muy mal.

Quede claro antes de seguir que alguno que lea esto pensará que el que escribe es ateo, comunista u otra lindeza parecida. Pues tampoco. El que escribe es católico con reservas como el 90 % de la población de este bendito país. Y pienso (porque soy libre para pensar como católico y como ciudadano) que para evitar tanta controversia y reproches, tanto de indignados como de fieles practicantes, que lo que es de Dios a Dios y lo que es del Estado al Estado. El Estado debe ser aconfesional (eso dicen las leyes al menos),  respetuoso y justo. Y para ser justo, debe de tratar a todos los ciudadanos con sus respectivas creencias, por igual.

¿Qué pensaría el lector si al ayatolá de turno, o el jefe del hare crishna, le dieran alrededor de 100.000 millones (que creo es lo que cuesta la iglesia en España ) para disponer a su libre albedrío de semejante capital…?

Es verdad que todo no va a ser crítica a la iglesia dominante. Es verdad que hacen una magnifica labor social en algunos de sus “departamentos”; también es verdad que ser sacerdote hoy en día no es negocio para el bolsillo de las sotanas, y si lo es, solo será para el alma… Pero es que no me refiero a esos. Me refiero (tal y como pienso en la clase política dirigente) a los jerarcas que viajan en aviones de lujo que nosotros pagamos, tanto creyentes como ateos; me refiero a la curia que no tiene reparos en excomulgar a los creyentes en su misma fe cuando piensan que están tan alejados de la doctrina cristina, que nunca encontrarán un punto de conexión con ella y por lo tanto con Dios.

Uno de esos soy yo. No me indigno porque venga el jefe de la iglesia católica; no me indigno porque los fieles ocupen calles y plazas, ¿cómo me voy a indignar por eso? Me indigno (y suerte que estamos en 2011, porque de ser hace unos años me encarcelarían o quemarían) porque esos mandatarios de la iglesia católica, con su parafernalia, boato y lujo desmesurado, esos, creo que son los indignos. Y naturalmente y en consonancia con lo que digo, que, respetando todas las opiniones y objetividades de unos y otros, yo soy uno de los “indignados”. Nosotros, al menos algunos, somos los indignados de tener que soportar y pagar a la “realeza” romana, a todos esos y en verdad “indignos católicos”.