¿Quién teme a Scarlett Johansson?

Juan Folío

La Opinión de Almería

La musa de Woody Allen, la protagonista de Vicky Cristina Barcelona, junto a Penélope Cruz y Javier Bardem, la explosiva Scarlett Johansson, anda estos días un poco desquiciada. Y todo por unas fotos íntimas que nadie sabe cómo han dado la vuelta al mundo. La artista se recreó en su casa, y teléfono móvil en mano, tuvo la idea de fotografiarse su propio cuerpo. De frente, de espalda, e incluso con un espejo para no dejar perdido ningún ángulo muerto. ¿Con qué objetivo Johansson pretendía hacerse las fotos? Hay quien dice que era para dar evasivas a su ego, pero otros muchos apuntan a que su chico quería verla desde la lejanía, y para eso nada mejor que unas fotos tal como su madre la trajo al mundo. Hay una tercera razón: se hizo las fotos porque le dio la gana, y a ello nada hay que objetar.

Una vez pasado el revuelo de la publicación de las fotos, ahora la intriga está en saber cómo han llegado a todos los rincones del planeta. En muchos foros de internet se especula con la posibilidad de que todo esto sea un montaje de Scarlett Johansson para hacerse un poco de publicidad. Si así fuera, verdaderamente lo ha conseguido, si bien es cierto que era una publicidad inecesaria, pues la neoyorkina no necesita de campañas especiales por varias razones: porque sus logros como actriz son su mejor carta de presentación. y porque, en ese caso, nunca habría puesto el asunto en manos del F.B.I.

Graham Cluley, consultor de tecnología de la firma de seguridad Sophos, cree que "incluso si esas fotos fueron tomadas con el teléfono de Scarlett Johansson, ella tuvo que haberlas enviado por correo electrónico a alguien. Así fue que o hackearon su correo electrónico o estaban en la carpeta de enviados de su cuenta de correo en línea, lo que sería el camino más natural". Según este experto si las fotos se hubieran quedado en el móvil de la actriz es casi imposible que alguien haya tenido acceso a ellas a menos que en algún momento alguien instalara un malware en su teléfono durante un descuido de Johansson.

Hay una regla de oro que todos los actores y actrices conocen: no tomarse absolutamente ninguna foto en donde se aparezca desnudo. Esta es la única garantía para evitar la vergüenza y el mal rato por el que está pasando ahora Scarlett Johnasson, como antes pasaron Vanessa Hudgens y Jessica Alba.

Las malvadas fuentes de la red no tienen límite alguno, y ahora circula por ahí un mensaje preocupante, lógicamente sin rasgos de verosimilitud: que Scarlett está tomando serias represalías y está enviando correos infectados utilizando como señuelo estas fotos. Así que, ya sabe, lector: si recibe un correo desconocido ofreciéndole las fotos de la estadounidense en pelotas, no lo abra. Puede ser ella misma en persona mandándole un virus por haberse entrometido en su vida íntima. ¿Quién tema a Scarlett Johansson? Medio mundo. Es la venganza de la diosa.