Edita: Fidio (Foro Indalo de Debate, Ideas y Opinión / Twitter: @opinionalmeria / Mail: laopiniondealmeria@gmail.com

Almería también tiene su nobleza

Manuel León
Redactor-Jefe de La Voz de Almería

Ya no viven en palacios ni les sirven el almuerzo en porcelana china; ya no tienen criados con librea ni carruajes tapizados de damascos: ahora son gente corriente, que viven más o menos al día, sin una gota de sangre azul. Su árbol genealógico hunde sus raíces en la España de los siglos XVI y XVII y guardan el pedigrí de sus antepasados en escudos de armas que cuelgan aún de las paredes de pisos modernos y en fotos sepias que anidan en viejas cajas de cartón. No son más de una decena y la mayoría aún mantienen lazos sentimentales con la provincia, aunque ya no poseen apenas ni un cuarterón de las propiedades de las que gozaban sus ilustres antepasados.

Palacio del Marqués del Almanzora,
en Almanzora (Cantoria)
El actual Marqués del Almanzora y Conde de Algaida, José Antonio Abellán y Marichalar, es piloto de Iberia. Lejos quedan los días en las que sus ancestros copaban posesiones en el Levante almeriense y en el Almanzora. El primera Marqués, Antonio Abellán Peñuela, fue senador del Reino y un rico hacendado minero de la plata del Jaroso. Mandó reconstruir el Palacio del Almanzora y junto a su mujer, Catalina Casanova, posibilitó la llegada del tren a finales del siglo XIX. Ayer, tras ver de pasada las imágenes en televisión de la boda de Cayetana Fitz-James Stuart expresaba que no sigue ese mundo. “Estoy totalmente al margen de esa vida de nobleza y rancio abolengo y no me gusta esa frivolidad de algunos aristócratas”. Abellán asegura que tiene cierto sentimiento de pertenencia a Almería, “he visitado el palacio de mis tatarabuelos en Almanzora y espero verlo alguna vez restaurado”.

Teresa Gorordo es una señora entrañable de 88 años que vive en El Zapillo y camina todos los días hasta el centro de la ciudad. Es Condesa de Torre-Marín, un título concedido a sus lejanos parientes -oriundos de Segovia y Tíjola- por Carlos IV en 1790. Teresa, nacida en 1920, se declara una entusiasta de la duquesa de Alba. “Me parece una mujer estupenda, ha hecho lo que ha querido en todo momento y eso me parece bárbaro”. Añade que “la edad no es un impedimento para el amor, para el cariño, todo en la vida no es sexo, a ella le han gustado mucho los hombres y eso es algo natural en las mujeres”. Aunque nació en Santander, Teresa Gorordo a los diez años cambió la playa del Sardinero por la de Almería y desde entonces no se ha marchado de esta playa. Protagonista de una vida de cine, sin ser Greta Garbo, Teresa Gorordo y Álvarez de las Pozas es el último eslabón almeriense del Condado de Torre-Marín, un blasón que arranca de un paje del Rey Carlos IV y que se traslada luego a Tíjola donde emparenta con los Torrealta, los Fernández de Córdova, los Careaga, los Manriques de Lara y los Leal de Ibarra. Su padre José Torre-Marín Rodríguez fue el último conde de Torre-Marín en Almería. La vida de Teresa está cuajada de personajes legendarios por los cuatro costados. Nieta del Capitán de Marina José María Gorordo, que burló el bloqueo de los yanquis a Cuba en 1898 con Deschamp, y su madre, un bellezón de la época, nieta del propietario del Café de Levante, el de la Zarzamora, en la Puerta del Sol de Madrid.

Otra de las tradicionales sagas de aristócratas almerienses son los Torrealta. El actual marqués, Enrique Fernández de Córdova Moncada, vive ya alejado de Almería. En esta provincia, los Torrealta poseyeron en la Plaza de Careaga una de las casas más lujosas de la aristocracia local de estilo neoclásico y construída en 1847. Oriundos de Vizcaya, se instalan en Almería en el siglo XVI y adquieren notables posesiones en la feraz vega y en la zona de Gádor y Santa Fe de Mondújar, donde se conserva aún un cortijo con su nombre que se ha convertido en uno de los más fastuosos rincones para celebrar bodas.

Otros señoríos que se mantienen son los de Líjar y Cóbdar, representados en su último eslabón por dos jóvenes hermanas: María Cristina Osorio y Malcampo, Señora de Cóbdar y Líjar, y su hermana Rosa, Duquesa del Parque y Grande España. Otros nobles, que en algunos casos aún mantienen descendientes son los González-Grano de Oro, que se avecindaron en Cuevas a principios del XVII donde ostentan regiduría perpetua; los Carbonell repoblaron Alhabia y en encumbraron en la oligarquía local, los Herrán (Tíjola), los Suárez de Figueroa ( Vélez Rubio), los Aguilar ( Gádor) y los Rodríguez Chacón, en la Alpujarra almeriense.

1 comentario:

  1. Que tufillo más rancio desprende este artículo...

    ResponderEliminar