La Opinión de Almería
La familia del Grupo Cooperativo Cajamar puede hacerse un poco más grande si la Caixa Rural Vila-real termina finalmente integrándose en él. Por lo pronto, la entidad castellonense continúa estudiando posibilidades sin ninguna prisa. Según Enric Portalés, presidente de la cooperativa, no se van a precipitar en la unión con cualquier otra entidad y están estudiando "todas las alternativas con calma".
Las opciones que baraja son dos: el grupo CRM o el grupo Cajamar. Según el vicepresidente de Caixa Rural Vila-real, Joan Batalla, "lo que vamos a primar a la hora de tomar una decisión es que podamos mantener la máxima autonomía, que sigamos teniendo entidad propia y que podamos ejercer el máximo control de la caja, siempre que nos los permitan". Además, defendió su "buena relación" con la Caixa Rural de Castelló, que ya forma parte de Cajamar, y dijo no sentirse abandonado por la entidad de la capital. "Cada caja es autónoma y puede tomar la decisión que crea oportuna", apuntó.
Caixa Rural Vila-real no considera que la decisión haya que tomarla de manera urgente. En cualquier caso, la decisión que se tome se trasladará a la asamblea "para que los socios voten la más adecuada". Portalés recordó que Caixa Rural Vila-real cuenta con una solvencia próxima al 14 %, seis puntos por encima del nivel de exigencia del Banco de España.
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