Exabruptos políticos

Antonio Medina Guevara

Escritor

Ya empiezan otra vez los exabruptos de los políticos como forma de ganarse el sueldo. Eso es un decir, claro, porque nunca paran. Pero como ahora les llega otra vez el hambre de votos, se salen un poco más sus habituales maneras de comunicarse con el prójimo. Algún nacionalista catalán (que, por cierto, también tiene hastiados a los catalanes) dice que los andaluces no trabajan y que les regalan su mísero sueldo del PER intentando comprar el voto. Algún que otro andaluz, dice, o dirá, que su dinero se lo llevan a Cataluña; otro, de tal comunidad, dice que sobran funcionarios y reniegan de la herencia recibida, etc., etc.

Pues bien, a mi entender, todos tienen y nadie tiene razón. Es verdad que Andalucía no ha sabido aprovechar el ingente dineral recibido de otros lares, pero también es mentira. Es mentira porque los que administran, o sea, ellos, los políticos, deberían ser los administradores eficientes de esas montañas de euros recibidos. Pero es que ni son capaces de administrar a los demás ni de administrarse ellos mismos.

Es verdad (a mi entender) que sobran funcionarios y seudo-funcionarios que no se doblan ni para atarse un zapato y que en mérito solo son portadores de un carné de partido o enchufe, pero resulta que, casualmente, son los impuestos a dedo por esos mismos políticos. Los otros, los trabajadores, sean de ciudad, de campo, o los funcionarios, se ganan y se han ganado su salario honradamente, lo mismo que la gente del mundo rural, a la que no les dejan otra alternativa. Lo que no ha pasado, ni pasa, con quien debiera de hacerlos funcionar.

Sobran y muchos: diputados, senadores, enchufados, políticos con doble o triple salario (cosa que no entiendo, por cierto, porque si tienen doble o triple salario será porque no atienden a ninguno de sus “trabajos"), fundaciones con dinero público que nadie sabe para qué están, sindicatos, iglesia, banca, alcaldes que deberían de cobrar solo su asistencia a plenos y no estar “colocados” en los arruinados ayuntamientos, etc., etc.

Faltan y muchos: funcionarios que “funcionen”, asistentes sociales, maestros, médicos, escuelas y hospitales, etc., etc.. En definitiva: trabajadores.

En sus manos está (la de los que mandan o mandarán) que los andaluces del campo no tengan que vivir del PER, que los catalanes tengan asistencias dignas, en definitiva, que los políticos administren lo que les entregamos, y no para ellos, sino para quien les paga, o sea, los que les votan y los que, decepcionados, no votan, pero que también pagan.

Nadie debe nada a nadie. Ni los andaluces, ni los otros, solo deben los gobernantes que ya nos tienen hartos de sentirnos estafados. Ahora tienen la oportunidad (otra, quizá la última) de hablar menos y hacer más. De demostrar que en los tiempos que nos toca vivir, también se “ganan” el  sueldo como los demás. Que sean dignos de la sociedad…