La devolución del Guadalquivir, una buena noticia

Manuel Pérez López

Presidente del PRAO

Una vez conocida la reversión, hacia el Gobierno de España, de la totalidad de competencias sobre el río Guadalquivir que ostentaba la Junta de Andalucía, el Partido Regionalista por Andalucía Oriental (PRAO) manifiesta su satisfacción. El PRAO, partido que sólo se debe a los intereses de los ciudadanos de Almería, Granada y Jaén, se posiciona a favor de la devolución de las competencias del río. El traspaso de determinadas competencias a las comunidades autónomas beneficia en muchos casos a intereses exclusivamente políticos al ser contrario a las necesidades de la ciudadanía, y la gestión del Guadalquivir es ejemplo de ello.

El agua es un bien de tal importancia para la agricultura en un país con problemas de sequías cíclicas, que dejarlo en manos de los políticos de las autonomías supone gravísimos problemas de solidaridad entre regiones, como lo sucedido con los trasvases Tajo-Segura y del Ebro. No entendemos el agua como un bien apropiable por cada automomía sino como un derecho de los ciudadanos independientemente del territorio de España donde vivan, objeto de solidaridad, en virtud de la igualdad constitucional de los españoles.

Por lo tanto, a nuestro juicio, el Estado español debe tener unas competencias plenas sobre aguas que afecten a más de una comunidad autónoma. En dicha materia el Tribunal Constitucional se ha pronunciado con absoluta claridad. Desde un punto de vista estrictamente sostenible, las cuencas de los ríos no se deben a los intereses localistas, con consecuencias para el medio natural de la región vecina si la gestión no es la adecuada. Es más lógico que la gestión del agua sobre distintas comunidades autónomas se haga a través de
organismos autónomos del Ministerio como las confederaciones hidrográficas, cuyo ámbito territorial coincide con el de las cuencas naturales de los ríos.

Es fácilmente demostrable la pésima experiencia de gestión del Gobierno andaluz para los intereses de Andalucía Oriental. Para la provincia de Jaén el traslado de la gestión de su río más importante, del que es cabecera, se ha realizado sin contar con esta provincia, que siempre aporta solidaridad y ahorro hídrico. En enero de 2005 las competencias de la antigua Confederación Hidrográfica del Sur, hoy Cuenca Mediterránea Andaluza, fueron transferidas a la Junta de Andalucía, lo que no ha evitado la inversión de los agricultores del Levante almeriense en fincas sevillanas para obtener derechos de riego, ni para acelerar la construcción de las canalizaciones del Pantano de Rules, en Granada, que han de conducir el agua hasta su destino y cuyo coste está estimado en 300 millones de euros, sino que ha supuesto el retraso de la puesta en servicio del embalse.

Otro testimonio, el de las comunidades de regantes de Granada, que en documentos de alegaciones ponen de manifiesto el abuso de la administración sevillana. Por otra parte, la Junta ha remodelado su mapa de gestión hídrica en 7 áreas. El último área abarca todo el territorio andaluz, resultando factible desactivar el resto de zonas, lo cual incide en la dependencia de nuestras provincias de cualquier criterio arbitrario que pudiera estimarse por las centrales de decisión andaluzas.

En cuanto a la supuesta descentralización administrativa, la asunción de la competencia de aguas por Andalucía ha significado una pérdida real de descentralización pues la gestión de la Confederación del Sur, que estaba gestionada desde Málaga, rápidamente se centralizó en Sevilla mediante la creación de la Cuenca Mediterránea Andaluza.

Por tanto, un Plan Hidrológico Nacional (PHN) es fundamental para dar coherencia a una política de aguas a nivel nacional. En el Partido Regionalista por Andalucía Oriental entendemos que lo que debe primar no es ser más andaluces que nadie, sino más inteligentes para organizar los recursos que todos compartimos.