La historia se repite

Andrés Góngora

Secretario Provincial de Coag

Hace sólo dos meses desde Coag Almería lo denunciamos públicamente y advertimos a la Consejería de Medio Ambiente: un nuevo incendio se produciría en alguna de las plantas de gestión de restos vegetales de la provincia por la sobresaturación que tienen. La mala y previsible noticia no tardó en llegar. El 1 de octubre (casualmente sábado, día de fuerte de calor y donde 'falló' el sistema anti incendios) ardió la planta de Albaida ubicada en La Mojonera y que está gestionada por Cespa con el respaldo del Consorcio Verdia, compuesto por los ayuntamientos de Vícar, Roquetas de Mar y La Mojonera. Seguramente todo estaba 'controlado' hasta que fenómenos adversos como un fuerte viento de Levante ha propiciado (aunque el Ayuntamiento de La Mojonera dice que hay sólo 2 invernaderos afectados) que en torno a 50 hectáreas hayan visto cómo la lucha biológica y otros males lleven al traste un inicio de campaña que nuevamente no está siendo boyante para los agricultores almerienses.

No es que en Coag Almería nos queramos inventar o aventuremos sin base lo que va a pasar, pero era y es notorio que algunas de estas plantas de tratamiento no cumplen con su misión de reciclar los restos vegetales, pero, ¡ojo!, religiosamente y sin perdonar le cobran desmesuradas cantidades a los agricultores de Almería que obligados tienen que pagar un servicio que no cumplen. ¡Basta ya de robos!

Si la Consejería de Medio Ambiente continúa haciendo caso omiso a nuestras denuncias y sigue permitiendo estas prácticas ilegales, los agricultores nos veremos obligados a salir a la calle a reclamar lo nuestro, que no es ni más ni menos que se gestionen legalmente nuestros restos vegetales. Las indemnizaciones, y no ayudas, deben de darse ya a los afectados y, por supuesto, que se abra una investigación para depurar responsabilidades y que se retire la correspondiente licencia a la empresa concesionaria por la gravedad de los hechos.

Los incendios en las plantas de tratamiento de Almería se suceden año sí y al siguiente también. Está claro que nuevamente los agricultores sí tenemos que cumplir la ley vara en mano, pero ya está bien que quiénes se enriquecen a nuestra costa continúen riéndose y dañando impunemente el medio ambiente por culpa de la dejadez de la Consejería.