Manuel León
Redactor-Jefe de La Voz de Almería
El huracán de la crisis financiera ha esterilizado las alegrías con las que se abrían sucursales bancarias desde el año de los Juegos Mediterráneos hasta que se fueron haciendo palpables los primeros coletazos del pinchazo inmobiliario en 2008. La red bancaria almeriense ha retrocedido a las dimensiones que tenía en 2005 cuando el dinero fluía con facilidad a empresas y particulares y los créditos hipotecarios aumentaban anualmente por encima de los dos dígitos. Almería contaba en los albores de 2005 -cuando empezaba a fraguar la fiebre de nuevas aperturas- con una cifra de 660 sucursales bancarias repartidas entre la capital y los pueblos. A fecha de junio, según los últimos datos del boletín del Banco de España, Almería conserva 654 oficinas: el acordeón se ha vuelto a cerrar y en términos netos hay menos oferta financiera que hace seis años.
En 2008, último año en que la provincia creció en aperturas, Almería alcanzó la cifra récord de 806 sucursales, superando incluso por primera vez -en esos días de vino y rosas- a Cádiz y Córdoba. Es decir que en apenas dos años (2009 y 2010) más los primeros seis meses de 2011 se han cerrados 152 sucursales y, según la evolución natural, a final de año serán más de 200 oficinas menos que a finales de 2008, es decir un 25% menos acumulado.
Aunque el fenómeno está siendo afín a todas las provincias, en Almería se ha dejado sentir con más intensidad que la media porque el acelerón de las entidades a la hora de invertir en nuevas sucursales también fue más acusado, coinciden varios analistas. El número de oficinas de bancos y cajas en Andalucía se sitúa en 6.343 sucursales, con un decenso de cerca de 300 oficinas, el 4% respecto al mismo periodo del año pasado. A nivel nacional, bancos, cajas y rurales cuentan con una red de 41.126 oficinas, tras cerrar 2.511 sucursales hasta junio de 20011. Todo apunta a que este ejercicio, según los analistas de Previsiones Económicas de Andalucía, será el de mayor ajuste, debido principalmente a la reestructuración que están experimentando las cajas de ahorros, que se une a la propia crisis general y específica del sector.
A pesar de este fuerte retroceso, Almería se mantiene como una de las provincias más bancarizadas de España con una oficina por cada 1.044 habitantes, cuando la media andaluza se sitúa en torno a una oficina por cada 1.317 habitantes.
En 2008, último año en que la provincia creció en aperturas, Almería alcanzó la cifra récord de 806 sucursales, superando incluso por primera vez -en esos días de vino y rosas- a Cádiz y Córdoba. Es decir que en apenas dos años (2009 y 2010) más los primeros seis meses de 2011 se han cerrados 152 sucursales y, según la evolución natural, a final de año serán más de 200 oficinas menos que a finales de 2008, es decir un 25% menos acumulado.
Aunque el fenómeno está siendo afín a todas las provincias, en Almería se ha dejado sentir con más intensidad que la media porque el acelerón de las entidades a la hora de invertir en nuevas sucursales también fue más acusado, coinciden varios analistas. El número de oficinas de bancos y cajas en Andalucía se sitúa en 6.343 sucursales, con un decenso de cerca de 300 oficinas, el 4% respecto al mismo periodo del año pasado. A nivel nacional, bancos, cajas y rurales cuentan con una red de 41.126 oficinas, tras cerrar 2.511 sucursales hasta junio de 20011. Todo apunta a que este ejercicio, según los analistas de Previsiones Económicas de Andalucía, será el de mayor ajuste, debido principalmente a la reestructuración que están experimentando las cajas de ahorros, que se une a la propia crisis general y específica del sector.
A pesar de este fuerte retroceso, Almería se mantiene como una de las provincias más bancarizadas de España con una oficina por cada 1.044 habitantes, cuando la media andaluza se sitúa en torno a una oficina por cada 1.317 habitantes.
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