Paco Campos
Doctor en Filosofía y Profesor de la UAL
Qué gusto da atender a lo bien hecho. Lo mejor hecho de lo bien hecho es, sin duda, lo clásico. Y (ya sé que hay una ley en el periodismo que dice ‘guárdate de empezar un argumento con una letra sola) lo clásico lo es no porque se repite (como piensan los periodistas), sino porque perdura, y perdura porque no se ha hecho nada mejor todavía que haya podido hacer olvidar aquello otro. Y (de nuevo la letra sola) esto es así no porque lo queramos nosotros, tampoco porque haya un debe inexorable que impida borrarlo de nuestras inclinaciones, sino porque tiene la entidad suficiente como para gustar a todo el mundo durante mucho tiempo. Y (otra vez) qué difícil es conseguir, lograr, solo o colectivamente, algo que merezca la pena a todo el mundo siempre, en todo tiempo y lugar. Esta es la diferencia entre lo cultural y lo pellejero, lo pendón.
Giremos ahora la cabeza y veamos en el periódico qué nos preparan los despachos y empresas culturales de nuestra ciudad y provincia para este fin de semana. Horror, qué manera de huir de aquello que ya está bien hecho de antemano en pos de una veleidad de partido o de compadre. Recurrimos a los discos y a los libros –menos mal-, también a los DVD que tenemos por ahí para matar el fin de semana y no quedar petrificado oyendo a Camela o a Amaral, por ejemplo, aunque algún moderno esté pensando que los segundos son buenos. Rematados los dos; la diferencia es que los segundos han ido al conservatorio, y los primeros no.
¿Y...?
ResponderEliminar