Juan Torrijos
Periodista
No nos han sorprendido los arquitectos almerienses con sus últimas aportaciones a la sociedad civil. Y no nos han sorprendido porque hasta ahora ha sido el único colectivo que ha llamado a las cosas por su nombre y se ha comprometido con Almería y los almerienses sin pensar en las futuras compensaciones políticas de los señores en el poder. Dicen que el Algarrobico es completamente legal, y no se puede estar en contra. Es una barbaridad dónde está construido, cierto, pero si la legalidad la dan unos papeles firmados por los padres de la patria, estos están y por ellos rubricados. El edificio, por tanto es legal.
Tiene toda la razón el presidente del colegio de arquitectos. ¿Se imaginan si todos los colectivos sociales y profesionales, empezando por sus señorías, fueran tan claros, tan independientes y tan libres como los arquitectos? ¡Qué maravilla de país tendríamos y qué libres y seguros nos sentiríamos los ciudadanos en él!
Se preguntan los arquitectos por algo que a todos preocupa: ¿Dónde están los dineros para el dichoso soterramiento? En un país donde el estado central rebaja sueldos, congela pensiones y ya veremos cómo acaba el estado del bienestar; en una comunidad regional donde la paga de navidad de algunos funcionarios se va a ver mermada en un cuarenta por ciento, las subvenciones se retrasan en el pago, las farmacias cobran tarde, cuando cobran, etc., etc., ¿de dónde van a sacar los señores políticos los euros para el soterramiento?
Tienen, como casi siempre que han salido a la palestra, toda la razón los arquitectos almerienses. Es triste tener que dársela, pero la tienen, vaya si la tienen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario