Los papeles de La Molineta

Juan Torrijos

Periodista

La poderosa (y nunca bien ponderada Fiscalía almeriense) le ha pedido al concejal don Pablo Venzal, por ahora responsable del urbanismo almeriense por obra y gracia de don Luis Rogelio, que le mande el expediente de las obras que se quieren llevar a cabo en la entrañable Molineta y que tiene detrás una futura área comercial. Es bueno, y uno diría que hasta positivo, que la Fiscalía se preocupe de los grandes movimientos urbanísticos de la capital. ¡Bien por la Fiscalía! Los ciudadanos no tienen demasiados mimbres para defender sus intereses, y si los estamentos no toman cartas en los asuntos, las manifestaciones, las cadenas y demás movidas acaban con el ánimo del personal no profesional.

Cansados estaban los componentes de la plataforma en defensa de La Molineta. Entiéndase como profesionales aquellos que a través de organizaciones son capaces los lunes, y cualquier otro día de la semana, de dedicarse a la toma de la calle en reivindicación de unos intereses marcados de antemano por los jefes de turno. Da cierta tranquilidad saber que la Fiscalía ha tomado cartas en el asunto y que el futuro de La Molineta no va a estar pendiente de las movidas políticas-económicas-sociales que se han levantado en su contra.

Lo único que habría que pedirle a la Fiscalía almeriense es cierta celeridad a la hora de estudiar y dar solución al tema. La eternidad es buena para los predicadores, pero fatal para los proyectos, los puestos de trabajo y el futuro de las ciudades. Si es legal o no lo que se quiere hacer en La Molineta cuando antes se sepa, mejor, y el personal a trabajar en otra historia.