Más paz, más libertad

Luis J. Pasamar
Miembro del grupo de reflexión “Por un Nuevo socialismo”

En España y más aún en Euskadi nos hemos visto obligados a compartir el espacio desde la mitad del siglo pasado con un grupo de gente que se ha dedicado a escamotear la paz y la libertad al resto de personas, llegando incluso a la violencia más extrema, el asesinato, el secuestro, la extorsión, y la destrucción de bienes de uso público, con lo que convirtieron la vida en más desgraciada para todos. Todos los Gobiernos, desde que tenemos democracia en España, han intentado razonar con ese grupo de irracionales para hacerlos entrar en razón, y si utilizo tanto ese término es porque la violencia es la peor expresión de la sinrazón.

Gracias a esos esfuerzos de todos esos Gobiernos y de tantos interlocutores de reconocido prestigio internacional, a la clara manifestación del resto de españoles, a la acción de las Fuerzas de Seguridad del Estado español con la colaboración de las de otros países y al triunfo finalmente de la razón, hemos logrado llegar al punto en el que esos desalmados han decidido apostar por la democracia y cambiar la fuerza de las armas por la fuerza de los votos.

Durante los últimos gobiernos socialistas se optimizó de tal modo la lucha antiterrorista que ha sido la época en la que más veces se ha descabezado a la banda y más terroristas han sido puestos a disposición de la justicia. Como consecuencia de ello ha sido la época con menos atentados y treguas más duraderas. No podemos ni debemos olvidar que la responsabilidad de todo esto ha sido de José Luis Rodríguez Zapatero como presidente del gobierno y de Alfredo Pérez Rubalcaba como ministro del Interior desde 2006 y hasta hace unas pocas semanas.

Recientemente ha habido personas de contrastado prestigio internacional que han colaborado para que ETA adopte esta decisión que todos hemos de celebrar, mientras que los interlocutores habituales del PP calificaban estas acciones de “teatrillo” y a algunas de esas personas y al PSOE, gobierno incluido, de “tontos útiles al servicio de los intereses de los terroristas o de los paraterroristas” y no podemos menos que calificar esas declaraciones de importantes personas del PP de infamia. Omito los términos con los que calificaría a estas últimas personas por educación y prudencia.

Si bien es cierto que el fin de ETA no va a afectar a las elecciones, no es menos cierto que debemos recordar que mientras que el gobierno y las Fuerzas de Seguridad del Estado estaban derrotando a ETA, en televisiones de comunidades autónomas gobernadas por el PP emitieron imágenes de Zapatero y Rubalcaba con el anagrama de ETA, que periodistas y tertulianos muy cercanos al PP criticaban duramente la política antiterrorista del gobierno socialista y que incluso manifestantes de la extrema derecha y de algunas asociaciones de víctimas del terrorismo han llegado a gritar a Zapatero como Presidente de Gobierno y en actos tan sagrados como el homenaje a víctimas o el Día de las Fuerzas Armadas.

Tampoco debemos olvidar que desde el PP han negado que llegaran a negociar con ETA, cuando acercaron a los presos de la organización que Aznar llegó a nombrar como “luchadores por la libertad del pueblo” y tras unos segundos añadió “vasco por supuesto”. Está grabado y figura en las hemerotecas.

Ahora tratan desde el PP de restar importancia a la decisión de terminar con la violencia de ETA, mientras que procuran evitar que haya cualquier tipo de iniciativa, incluidas las que la ley permite. No puedo menos que pensar qué habría pasado si esta declaración de ETA se hubiera producido si los populares estuvieran gobernando. Me da por pensar que a pesar de la crisis hubieran destinado una partida extraordinaria a champán para que todos los españoles brindaran por el éxito... del PP, por supuesto.

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