PPístas en acción

José María Ortega
Exdelegado de Cultura de la Junta de Andalucía

Los dirigentes del Partido Popular predican que no son de derechas, aunque defiendan ideas y alberguen sectores de la derecha más extrema; tampoco se definen de centro-centro, se consideran de un centro escorado a la derecha, pero cuando les conviene, con tal de ir en contra del PSOE, se alían con los comunistas. Ante tal batiburrillo, me permito identificarlos con el nombre de “Ppeístas”, sin que esto encierre ánimo despectivo. Trataré de diferenciar aquí la teoría de la praxis de este grupo político que, un mes antes de las elecciones, no  siente pudor en hablar públicamente como si ya estuviera gobernando España.

Veamos una muestra del largo trecho que va de lo dicho a lo hecho por los Ppeístas en sus gobiernos actuales. Anuncian que reducirán el paro y que, sin aumentar los impuestos, no harán recortes en las servicios públicos de primera necesidad y que acabarán con el “enchufismo” del que acusan a los socialistas. Pues bien, están practicando todo lo contrario en las instituciones donde ahora gobiernan. En Extremadura rompen con su propia idelogía aliándose con los comunistas para conseguir el gobierno y  colocan a dedo en  cargos importantes a 16 enchufados (14 familiares del Presidente y de Consejeros y a 2 dirigentes de IU, sus raros socios). ¿Será este su cacareado plan de empleo? En Madrid, Galicia y Castilla-La Mancha ya estamos viendo los sangrantes recortes en educación, salud y asistencia social, mientras se favorecen los centros privados, desgravando fiscalmente a los que se permiten pagar colegios caros. ¿No es esto gobernar para los ricos?  Recordemos los 'piropos' de  doña Esperanza  al profesorado.

Tampoco Almería escapa a estas incongruencias. El Ayuntamiento, que venía disparando con 'pólvora de rey' gracias al dinero que el Gobierno central  dio para los Juegos del Mediterráneo y a los ingresos por  El Toyo y el Plan E (parte del cual mantiene inactivo en el banco), acaba de subir de golpe la tasa de basura. Mientras Rajoy se niega a aplicar un impuesto mayor a los grandes fortunas patrimoniales y  a la banca, los ayuntamientos Ppeístas sí se lo aumentan a todos los vecinos en capítulos de necesidad y uso diario.

Por otra parte, en Diputación, Gabriel Amat utiliza a su familia  y a la de otros altos cargos para nombrar asesores, algo que tanto criticó del equipo anterior. Nombra a la esposa de un destacado alcalde  y, a su vez, madre de un concejal, que presentaron por un pueblo donde ni siquiera vive para nombrarlo diputado provincial  y ser asesorado por su mamá. ¿Quién mejor? O al ex-director de 'Popular Televisión' (canal privado que fue administrado por el secretario del Alcalde de Almería), correligionario que criticaba visceralmente a la Diputación anterior por sus  asesores. O al polémico director del Instituto de Estudios Almerienses, al que mantienen a pesar de sus escritos antidemocráticos y fascistoides. Elimina la Agencia de Comunicación Local, acabando con la pluralidad informativa que los diversos grupos políticos propiciaban y la emisora pasa a ser controladan totalmente por Presidencia. ¿Será éste el 'pluralismo' informativo que aplicarán a TVE cuando gobiernen?

Queda demostrada la abismal diferencia que los Ppeístas mantienen entre lo mucho y bueno que “predican” para cuando gobiernen y lo poco y malo del “trigo que dan” donde gobiernan.  Por eso  no se atreven a exponer su programa y  sólo  se  enfangan en machacar que  la culpa de todos  los males la tiene el Gobierno de Zapatero, como si en el resto de Europea en que gobierna la derecha no sufriera la crisis y ataran los perros con longaniza.

Los catastrofistas del PP, que demonizan al PSOE, silencian que la derecha, que gobierna en los países europeos, está recibiendo las críticas de los ciudadanos y el castigo electoral por su mala gestión ante la crisis y es precisamente la socialdemocracia, impulsora y defensora del estado del bienestar, la que está recuperando su prestigio y su fuerza. ¿Es beneficioso para los ciudadanos españoles navegar contracorriente de Europa?