Antonio Medina Guevara
Escritor
Nuestra querida Andalucía, es un raro reducto donde aún manda el PSOE. Y yo, que soy de pueblo, pienso que el PSOE actual (a mi entender) es como una plaza popular de un pueblo, donde los vecinos encontraban y encontrábamos a otros que tenían nuestras mismas aspiraciones y sueños. Todos éramos obreros y personas que no estábamos conformes con el mundo que nos había tocado vivir; hasta se acercaba algún acomodado empresario de buenas intenciones a ella y era bien recibido. Todos pensaban en cambiar las cosas, en hacer justicia, en compensar desigualdades...
Había otras plazas en el pueblo en la que los lugareños sabíamos que habían malas personas: insolidarios, vividores y otros que esperaban la ocasión para sacar provecho, pero nos quedaban muy lejos y pensábamos en que nunca se arrimarían a nuestra bonita plaza. Pero llegó un día en que toda aquella gente, trabajadores y descontentos, con sus ilusiones y esperanzas, dejaron que se llenara la plaza con toda clase de gente. Al principio la plaza estaba animada; todo era algarabía y buen ambiente, pero la plaza, al no tener puertas, ni seleccionar a quien entraba en ella, se llenó de carteristas, vividores, charlatanes y gente de mal vivir.
Llegó un momento en que la gente de la plaza, la buena gente, fuimos perdiendo los bancos y asientos donde pasábamos las horas hablando de cambiar las cosas, que fueron ocupados por semejante turba de charlatanes, y se fueron los que en verdad sentían aquellos pensamientos. Unos, los que más, desilusionados a sus casas, otros, los más inquietos, a buscar otra plaza donde reinara la armonía o la buena gente; pero muchos partieron de aquella plaza con el pensamiento puesto en tiempos pasados y con la ilusión rota.
La plaza quedó desde entonces ocupada por los vividores, mientras se largaron los trabajadores y las personas que intentaban cambiar las cosas. Unos pocos, los de antes de que se llenara la plaza, esperamos desde entonces sentados en el suelo a que vuelvan las buenas personas a la plaza y a que marchen los vividores. Pero no se van, porque es una bicoca estar en aquella plaza como dueños absolutos. Se han hecho los jefes y ahora son ellos los que dicen quien entra y quien sale de la plaza y no nos plantemos que, tal vez, como no se irán por voluntad propia, habrá que echarlos por la fuerza de nuestra bonita plaza.
¡Pobre plaza y sus antiguos parroquianos! ¿Cuándo podremos ir a ella, a aquella plaza (PSOE) que era de los buenos ciudadadanos...?
*Artículo de referencia: http://www.laopiniondealmeria.com/2011/10/el-psoe-socialista-y-obrero.html
Clavao ...
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