¿Se nos entiende ahora, imbécil?

César Rufino
Periodista

Si se trata de ser claros por su dominio de la luz y de los espacios, por la elocuencia de sus pinceles o de sus manos o de su talento para encontrarle expresión a la piedra y la madera, ahí están los andaluces Julio Romero de Torres, Francisco de Zurbarán, Pablo Picasso, Gonzalo Bilbao, Francisco Pacheco, Bartolomé Esteban Murillo, Diego Velázquez, Juan de Valdés Leal, Antonio Susillo, Juan de Mesa, Juan Martínez Montañés, Pedro Roldán, José de Arce, Mercadante, Alonso Cano, José Antonio Navarro Arteaga, Juan Manuel Miñarro, Luis Álvarez Duarte…

Si para hacerse comprender alguien prefiere servirse de la música de los sonidos o de los pensamientos, los principales nombres serían Cristóbal de Morales, Francisco Guerrero, Francisco Correa de Arauxo, Manuel de Falla, Joaquín Turina, Manuel Castillo, Andrés Segovia, Triana, Joaquín Sabina, Séneca, Averroes, Maimónides, Francisco Giner de los Ríos, María Zambrano…

Y si acaso hubiera que ponerse extremos y ceñirse sólo a la palabra literaria, vayan pasando Antonio de Nebrija, Mateo Alemán, Fernando de Herrera, Luis de Góngora, Duque de Rivas, José Cadalso, Gustavo Adolfo Bécquer, Pedro Antonio de Alarcón, Ángel Ganivet, Antonio y Manuel Machado, Serafín y Joaquín Álvarez Quintero, Juan Ramón Jiménez, Vicente Aleixandre (uy, dos premios Nobel seguidos), Federico García Lorca, Luis Cernuda, Rafael Alberti, Manuel Altolaguirre, Emilio Prados, José María Requena, Luis García Montero.

No terminan ahí las voces de Andalucía: Elvira Lindo, Antonio Muñoz Molina (vamos a poner juntos a la parejita), José Martín Recuerda, Francisco Ayala, Diego Jiménez de Enciso, Julio de la Rosa, Antonio Gala, Juan de la Cueva, Salvador Compán, Juan Cobos Wilkins, los Alcalá Galiano, Odón Betanzos, Fray Luis de Granada, Bartolomé de las Casas, Juan Valera, José Manuel Caballero Bonald, Diego Hurtado de Mendoza, Ibn Zaydun, Rafael Cansinos Assens, Rodrigo Caro, Gonzalo Argote de Molina, Francisco Delicado, Juan de Arguijo, Mercedes de Velilla, Santiago Montoto, Jorge Manrique, Quintero, León y Quiroga, el poeta Almutamid y Don José María Pemán. Y todo esto, delante de la Giralda, la Torre del Oro, la Alcazaba, la Alhambra, la Mezquita… que también hubo que hacerlas.

Columela, Moderato de Cádiz, Emilio Castelar, Carlos Edmundo de Ory, Manuel Chaves Nogales, José Infante, Francisco Villaespesa, María Gómez, Ana Rossetti, Fernando Quiñones, Manuel Ángel Vázquez Medel, Felipe Benítez Reyes, José María Blanco White, Gutierre de Cetina, Rafael Montesinos, Constanza Ossorio, Alberto Lista, Rafael Laffón, Benito Mas (hombre, Mas) y Prat.

Siempre que la palabra imbécil no se saque de contexto, no se exagere y se interprete como una afirmación desenfadada, cabría decir: ¿Se nos entiende ahora, imbécil?
(El Correo de Andalucía)

No hay comentarios:

Publicar un comentario