Socio nº 88 de la Asociación de la Prensa

Antonio Felipe Rubio
Periodista
 
No salgo de mi asombro tras haber conocido la decisión de la Asociación de la Prensa de "suspender las relaciones con el Instituto de Estudios Almerienses (IEA), mientras su director sea Rafael L. Aguilera". Un rifirrafe dialéctico que destila manifiesta incompatibilidad entre los concernidos (Aguilera vs Blanco) no se puede convertir, por inusitada elevación, en crisis, ruptura… y a la mierda el convenio de la Asociación con el IEA; eso sí, hasta que despidan al "facha" de Rafael L. Aguilera. Y, de producirse el recambio, ya veremos si cumple con los perfiles que, al parecer, impone la Asociación de la Prensa que, por otro lado, ya ha decidido clasificar a Aguilera como intolerante y antidemocrático.
 
En ningún caso se desprestigia a la Asociación de la Prensa como para tomar partido exhibiendo un descomunal corporativismo, llevando a extremos irreconciliables lo que habría de dirimirse con una razonable admonición. Leído el artículo de Rafael L. Aguilera, jamás se menciona, se alude o se avizora argumento alguno que establezca relación necesariamente inherente entre M. A. Blanco y la Asociación de la Prensa. Es más, es Blanco quien arremete contra Aguilera mencionando a la Institución, tal como reza el título de su artículo "La ideología del nuevo director del Instituto de Estudios Almerienses".
 
Por tanto, ¿a qué viene la Asociación -que jamás ha sido aludida- a involucrarse en un asunto que sólo concierne a los intervinientes? ¿Acaso no tiene suficiente oficio y soportes M. A. Blanco como para bastarse él solo ante los embates críticos que le propinen?
 
Las alusiones a la democracia y libertad de expresión no son de recibo como argumento de la Asociación para romper unilateralmente las relaciones con el IEA. El nombramiento del director del IEA dimana de un proceso democrático reglado, y los apelativos que le propina Blanco pertenecen a su libre criterio y así ha de asimilar los del contrario. Y hasta aquí, todo debería ser normal: uno critica al otro, y el otro critica al uno. Pareciese que ser miembro de la Asociación de la Prensa implica un blindaje refractario a cualquier crítica hacia sus socios integrantes. Además, "plumilla" o "juntador de palabras" no es denuesto universal para la profesión periodística; todo lo contrario, es jerga habitual en las redacciones, y eso -y cosas peores- lo sabemos todos los periodistas. Y de ser persona "normal" a institucional no implica pasar de la prosa al endecasílabo y consonante perfecta.
 
Qué buen papel hubiese jugado la Asociación de la Prensa cuando algunos conspicuos representantes del poder, la democracia, la libertad, la pluralidad, el libre ejercicio del periodismo… y otras martingalas, han obstaculizado, pedido cabezas, vetado, insultado, amenazado, arruinado a periodistas y a medios; utilizando, a la luz de la tibieza corporativista, malas artes y procedimientos absolutamente detestables.

6 comentarios:

  1. Como casi siempre, estoy de acuerdo contigo. Cuantos y cuantos silencios antaño cuando ocurrian esos ataques y cuanta beligerancia hoy por una historia entre dos personas

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  2. Respeto su opinión, pero siento disentir con usted en uno de los aspectos más importantes de este artículo: usted dice que la Asociación de la Prensa de Almería ha calificado al director del IEA como "intolerante y antidemocrático". El hecho es que ha sido el mismo Rafael Leopoldo Aguilera el que se ha puesto estos adjetivos con la escritura de su artículo y la Asociación no ha hecho más que poner de manifiesto su malestar por el mismo. Intolerante y antidemocrático es calificar con exabruptos a un profesional del periodismo por no bailarle el agua. Iluso de mí, pensaba que el respeto hacia los demás y la buena educación eran obligatorios en cargos públicos como este, pero parece ser que no. Si no ha leído con detenimiento el artículo del director del IEA, le recomiendo que lo haga, porque no tiene desperdicio. Aparte de estar escrito de tal forma que no creo que consiguiera aprobar un examen de selectividad, el artículo deja bastante mal a quien le haya elegido para el puesto por sus mal disimulados insultos hacia un periodista por no comulgar con sus ideas. Eso, quiera verlo usted o no, es un insulto a la profesión de periodista.
    Muchas gracias. Un saludo.

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  3. Antonio Felipe y Emilio:
    Vayan a las fuentes. Leanse los artículos (comenzando por el "Orden Nuevo" que, por cierto, no veo en La Opinion de Almnería) y opinen después. No es un mero rifirrafe perosnal ante el que uno pueda quedar estupendamente como equidistante.

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  4. Estimado amigo: Me sorprenden tus apreciaciones. O no has leído mis artículos o no me he expresado bien. De equidistancia, nadie. Y no pongas mi artículo en el mismo plano que el de Antonio Felipe Rubio, pues éste se centra principalmente en la reacción de la Asociación de Periodistas, que yo ni menciono. Por cierto, voy a hacer una apreciación de la reacción de la Asociación de Periodistas: han querido matar moscas a cañonazos.

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  5. Los comentarios escritos conllevan el riesgo de que se pierden los matices del lenguaje corporal que ayuda a dulcificar el mensaje. Pero mantengo que me parece inadmisible la exhibición de una ideología crítica con la democracia inorgánica por alguien que se identifica al frente de una institución que maneja dinero de todos los ciudadanos. Y me parece intolerable la respuesta, sin entrar en argumento alguno, a Miguel Ángel Blanco. Aunque algunos se empeñan en rebajar el incidente a una mera anécdota, a un enfrentamiento personal, no deja de tener su importancia que un cargo nombrado por el político más poderoso de la provincia, se desenvuelva de esa manera. Recomendable, al respectyo, la intachable crónica que de estos hechos hace Marta Soler en El País de hoy. Saludos

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  6. Eres un vendido de la prensa, te pagamos todos en interalmeria para que niegues lo de los asesores del pp, verguenza de periodista comprado por el poder.

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