Benito Fernández
Periodista
Vamos cuesta abajo y sin frenos, de cráneo y sin casco mientras la Junta pone excusas, parches, esconde el bulto y dilapida millones de euros en pagar EREs falsos. La cifra asusta, 1.232.900 parados o, como los llama eufemísticamente Griñán, "oferentes de empleo", un 31 por ciento de la población activa. Uno de cada tres andaluces está en estos momentos en paro y, lo que es peor, sin muchas esperanzas de encontrar trabajo en los próximos meses. En miles de hogares ya no entra ni un duro. Las peores estadísticas oficiales auguraban que para finales de 2011 Andalucía llegaría al 30% de desempleo. Error. Ya lo hemos superado y ésto tiene camino de seguir creciendo en progresión geométrica. Pero no 'passsa' nada. Aquí nadie dimite. Ni el consejero del ramo, Manuel Recio, que debería cambiar el nombre de su departamento por el de Consejería del Paro, ni el presidente de la Junta. José Antonio Griñán, más ocupado en repartir panfletos en las puerta de los colegios para denunciar los recortes del PP madrileño en la enseñanza. Aquí nadie parece tener culpa de este desastre que tiene sumido a la comunidad andaluza en la más pura inacción. La culpa, como siempre, es de la crisis internacional. Y está visto que esta crisis afecta sobre todo a Andalucía donde tenemos el triple de parados que en Cataluña o el Pais Vasco, eso sí, nuestro parados, según José Antonio Durán y Lérida, viven como Dios ya que se pasan el día tomando vinos y tapitas en el bar con el dinero del PER.
En el debate sobre el desempleo que ha tenido lugar en el Parlamento andaluz uno se quedaba a cuadros cuando oía al presidente hablar de la excelencia educacional, del interés de la Junta porque aquellos jóvenes que abandonaron sus estudios, vuelvan a ellos. Digo yo que será para que no cuenten en la estadística de los parados. Lo único cierto, tal y como denunciaron tanto el PP como IULV-CA, es que el Gobierno andaluz no ha puesto en marcha políticas que pongan freno al desempleo y no parece que los próximos Presupuestos lo vayan a hacer. Hace ahora casi dos años, a principios de 2010, Griñán firmó con empresarios y sindicatos (Santiago Herrero por la CEA, Francisco Carbonero por CC.OO. y Manuel Pastrana por UGT) con todo lujo de fotografías y alharacas publicitarias, el VII Acuerdo de Concertación Social dotado nada más y nada menos que con 19.000 millones de euros. Era, según el presidente de la Junta, la panacea para la creación de empleo, la fórmula ideal para iniciar el camino de la recuperación con el horizonte del 2013. "No estamos planteando en este acuerdo un nuevo modelo productivo, que no se cambia de la noche a la mañana ni es conveniente hacerlo, pero sí dar pasos para reorientarlo", aclaró la consejera de Economía, Carmen Martínez Aguayo.
En el debate sobre el desempleo que ha tenido lugar en el Parlamento andaluz uno se quedaba a cuadros cuando oía al presidente hablar de la excelencia educacional, del interés de la Junta porque aquellos jóvenes que abandonaron sus estudios, vuelvan a ellos. Digo yo que será para que no cuenten en la estadística de los parados. Lo único cierto, tal y como denunciaron tanto el PP como IULV-CA, es que el Gobierno andaluz no ha puesto en marcha políticas que pongan freno al desempleo y no parece que los próximos Presupuestos lo vayan a hacer. Hace ahora casi dos años, a principios de 2010, Griñán firmó con empresarios y sindicatos (Santiago Herrero por la CEA, Francisco Carbonero por CC.OO. y Manuel Pastrana por UGT) con todo lujo de fotografías y alharacas publicitarias, el VII Acuerdo de Concertación Social dotado nada más y nada menos que con 19.000 millones de euros. Era, según el presidente de la Junta, la panacea para la creación de empleo, la fórmula ideal para iniciar el camino de la recuperación con el horizonte del 2013. "No estamos planteando en este acuerdo un nuevo modelo productivo, que no se cambia de la noche a la mañana ni es conveniente hacerlo, pero sí dar pasos para reorientarlo", aclaró la consejera de Economía, Carmen Martínez Aguayo.
Todos coincidieron en que con este acuerdo se cerró "el mejor instrumento del que hemos sido capaces de dotarnos para un momento difícil que impide hacer previsiones de futuro, incluso sobre creación de empleo". Ese "incluso sobre la creación de empleo" de la última frase de la consejera de Economía, era premonitorio. Pese a esos diecinueve mil millones, alguno de los cuales ya han ido a parar a las bolsas de la CEA y de los sindicatos para los llamados cursos de formación, no sólo no se ha creado empleo alguno, sino que se ha destruido a marchas forzadas y no acercamos a un récord histórico. Toda una condecoración para Pepe Griñán, quien ya tiene experiencia en este asunto ya que obtuvo unos resultados similares siendo ministro de Trabajo con Felipe González. Yo sé de uno que tiene que estar en Madrid haciendo la ola y dándole las gracias a Zapatero por haberle quitado de enmedio antes de tiempo. ¿Verdad, don Manuel?
La única verdad de todo este desastre es que son muchos los miles de andaluces que lo están pasando verdaderamente mal. Que hay que pedirle responsabilidades a unos políticos que no quieren, no pueden o no saben gestionar, que cada euro que la Junta dilapida en coches oficiales, en gastos superfluos y en propaganda es un insulto a cada uno de ese millón doscientos treinta y tres mil parados andaluces. Yo no sé si Griñán aguantará hasta las elecciones autonómicas de marzo, es posible. Lo que sí sé es que Andalucía necesita cuanto antes un cambio de régimen, alguien que intente al menos crear un clima de confianza, dar un nuevo impulso para recuperar una economía sumida en el profundo sueño del conformismo. De momento hablamos del paro. Mañana trataremos el siguiente revés a Andalucía, la reforma de la PAC que, de seguir por el camino iniciado, llevará a la ruina, y también al desempleo a miles de agricultores. Es la Ley de Murphy. Cualquier cosa que pueda ir mal, irá mal...por triplicado. El futuro nos lo pintan más negro aún si cabe.
(diariocritico.com)
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