Iván Gómez
Periodista
Por amor al arte. Los hombres y mujeres que toman cada día las decisiones sobre el alumbrado, zonas verdes y saneamiento en la mitad de los pueblos almerienses no perciben ni un euro por una dedicación que a veces ronda las 24 horas del día. Según la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), de los 8.116 ayuntamientos del España, 4.883 cuentan con menos de mil habitantes y sus exiguas arcas no dan para más, impidiendo cualquier tipo de retribución económica a sus alcaldes y concejales. Eso sí, en los tiempos de crisis en los que los grandes partidos no dejan de hablar de políticas de austeridad, hay regidores por los rincones de la geografía española que ganan incluso más que el presidente del Gobierno.
Ayuntamientos de la provincia, de todos los signos políticos, son gobernados por personas con una auténtica vocación de servicio público, altruista y orientada a dar respuesta a los problemas de sus vecinos. Regidores del PSOE (Castro de Filabres, Armuña del Almanzora, Padules o Huécija), del PP ( Lucainena de las Torres, Alicún, Rágol, Turrillas o Laujar) y de Izquierda Unida (Velefique) no sólo hacen filigranas para que les cuadren las cuentas, sino que además no suponen ningún gasto a sus ayuntamientos. La mayoría logran compaginar su trabajo o negocio con su responsabilidad pública y ni siquiera reciben las habituales dietas y retribuciones por asistir a plenos y kilometraje, siendo la suya una vocación por la que acaban perdiendo dinero. Si bien es cierto que los alcaldes de los principales municipios de la provincia se bajaron el sueldo un 9% a mediados del pasado año, sus 75.000 euros brutos anuales siguen contrastando con los cero euros que ganan otros hombres y mujeres de la provincia que pasan los días pendientes de sus vecinos dentro y fuera del ayuntamiento.
En la provincia hay pueblos que comparten secretario, en turnos de lunes y miércoles o martes y jueves, y no llegan ni a los cinco funcionarios. En su mayoría son grandes gestores, sin estudios de economía ni conocimientos de contabilidad y créditos, que han logrado salvar los años más duros de la crisis sin problemas graves de liquidez. Han sabido ajustarse el cinturón y son un referente a la hora de exprimir los pocos recursos de los que disponen. Los verdaderos artífices de la política sin compensación barren y friegan sus consistorios, riegan las plantas de parques y jardines y se atreven incluso a reparar averías en el abastecimiento. De hecho, una buena parte de ellos se pasa el día en la carretera casi obligados a ir alternando su jornada laboral en la capital y grandes municipios con la gobernanza de su pueblo.
Ahora que los recortes van a entrar de lleno en la campaña electoral y que candidatos como el socialista Rubalcaba van a defender a capa y espada que a cada político le corresponda un sólo sueldo, casi medio centenar de alcaldes de la provincia le podrían decir que no perciben ni siquiera uno. La Diputación ha aplicado una reducción del 40% de los asesores, pero la nómina del presidente se mantiene en los 5.040,80 euros brutos al mes que ya percibía el anterior responsable. Unos tanto y otros tan poco.
Ayuntamientos de la provincia, de todos los signos políticos, son gobernados por personas con una auténtica vocación de servicio público, altruista y orientada a dar respuesta a los problemas de sus vecinos. Regidores del PSOE (Castro de Filabres, Armuña del Almanzora, Padules o Huécija), del PP ( Lucainena de las Torres, Alicún, Rágol, Turrillas o Laujar) y de Izquierda Unida (Velefique) no sólo hacen filigranas para que les cuadren las cuentas, sino que además no suponen ningún gasto a sus ayuntamientos. La mayoría logran compaginar su trabajo o negocio con su responsabilidad pública y ni siquiera reciben las habituales dietas y retribuciones por asistir a plenos y kilometraje, siendo la suya una vocación por la que acaban perdiendo dinero. Si bien es cierto que los alcaldes de los principales municipios de la provincia se bajaron el sueldo un 9% a mediados del pasado año, sus 75.000 euros brutos anuales siguen contrastando con los cero euros que ganan otros hombres y mujeres de la provincia que pasan los días pendientes de sus vecinos dentro y fuera del ayuntamiento.
En la provincia hay pueblos que comparten secretario, en turnos de lunes y miércoles o martes y jueves, y no llegan ni a los cinco funcionarios. En su mayoría son grandes gestores, sin estudios de economía ni conocimientos de contabilidad y créditos, que han logrado salvar los años más duros de la crisis sin problemas graves de liquidez. Han sabido ajustarse el cinturón y son un referente a la hora de exprimir los pocos recursos de los que disponen. Los verdaderos artífices de la política sin compensación barren y friegan sus consistorios, riegan las plantas de parques y jardines y se atreven incluso a reparar averías en el abastecimiento. De hecho, una buena parte de ellos se pasa el día en la carretera casi obligados a ir alternando su jornada laboral en la capital y grandes municipios con la gobernanza de su pueblo.
Ahora que los recortes van a entrar de lleno en la campaña electoral y que candidatos como el socialista Rubalcaba van a defender a capa y espada que a cada político le corresponda un sólo sueldo, casi medio centenar de alcaldes de la provincia le podrían decir que no perciben ni siquiera uno. La Diputación ha aplicado una reducción del 40% de los asesores, pero la nómina del presidente se mantiene en los 5.040,80 euros brutos al mes que ya percibía el anterior responsable. Unos tanto y otros tan poco.
¿Estás seguro de que la Diputación ha aplicado una reducción del 40% de los asesores?
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